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SECTOR PRIMARIO

José Fernando Luna: "Estamos perdiendo la soberanía alimentaria"

El presidente de Asaja Huesca junto al secretario general de Asaja en la provincia, Ramón Solanilla, han realizado un resumen agrícola del año 2023

Ramón Solanilla y José Fernando Luna, este jueves en rueda de prensa.
Ramón Solanilla y José Fernando Luna, este jueves en rueda de prensa.
Laura Ayerbe

Los elevados costes de producción en el sector primario sumados a las condiciones desiguales de mercado por productos cárnicos por la importación "con dudosa trazabilidad económica y alimentaria" agravadas por las leyes de bienestar animal y leyes medioambientales "están poniendo en riesgo nuestra soberanía alimentaria".

Así lo ha indicado el presidente de Asaja Huesca, José Fernando Luna, quien ha comparecido este jueves en rueda de prensa junto al secretario general de la misma organización en la provincia, Ramón Solanilla, para realizar el resumen agrario del año 2023 en el Alto Aragón.

En el apartado agrario, Luna ha destacado que se ha producido una reducción de la actividad económica de 1.500 millones de euros por falta de agua y lluvia en momentos cruciales para la agricultura, que se desglosan en un disminución de 490 millones de euros en cuanto al cereal, 500 millones en maíz, 120 millones en alfalfa, 20 en girasol y 350 millones entre fruta dulce, frutos secos, olivares y vid.

La sequía ha sido otro de los puntos destacados por Asaja Huesca este jueves que ha llevado consigo “una reducción de la dotación de agua del 70 %” para las comunidades de regantes del Canal de Aragón y Cataluña, Riegos del Alto Aragón y Bardenas” con efectos negativos para planes de segundas cosechas de maíz o girasol, frutales y alfalfa.

Como dato ha dejado claro que entre los meses de enero y marzo de este año se han registrado 63 litros por metro cuadrado en la provincia, 19 menos que en el mismo periodo del 2022. Un hecho, ha constatado Luna, “que se ha traducido en una reducción del 68 % de la producción del cereal en secano”.

En cuanto a las reservas hídricas de la margen izquierda, el presidente de Asaja Huesca, ha comentado que los embalses “se encuentran llenos y ya tienen abiertas las compuertas” por lo que ha estimado que “desde ahora hasta mayo toda la lluvia que caiga en la margen izquierda del Ebro irá al mar”.

En líneas generales, Luna ha expresado que la campaña agraria del 2023 se ha caracterizado por “unos costes de producción altísimos, un bajo rendimiento generalizado y sobre todo unos bajos precios”.

Por otro lado, se ha referido a que “la burocracia ha incrementado como consecuencia de una normativa inasumible por los agricultores que ya no son capaces de memorizarla en cuanto a las prácticas ganaderas y de cultivo”.

Además, el presidente de Asaja Huesca ha comentado que se ha dado una conversión de fruta dulce a frutos secos, además de una subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) “inasumible para el sector frutícola”.

Como resumen agrario del 2023, “terminamos un año descapitalizado para el sector, seguimos con un desánimo generalizado que se está viendo a la hora de hacer las labores de siembra en condiciones normales porque la gente está ahorrando en fertilizantes y semillas de calidad además de una desorientación al no tener un rumbo o una perspectiva o previsión que nos dé una estabilidad en cuanto a inversiones”.

En el apartado ganadero, el secretario general de Asaja en Huesca, Ramón Solanilla, se ha referido a que “el incremento en los precios del ovino no ha cubierto el aumento de los costes en las materias primas y de los gastos en las explotaciones”.

Por otro lado, “la renta de las explotaciones ganaderas están apostando por el 50 por ciento de los ingresos”. Unas circunstancias que, según Solanilla, se han visto agravadas “por una disminución de la carne de cordero para estas Navidades”.

También la subida del SMI está afectando a la rentabilidad del sector ganadero lo que “está obligando a las explotaciones a decidir entre tener un trabajador o reducir el volumen de trabajo y apostar por no tener ese trabajador debido a que la rentabilidad de la explotación no cubre su salario como para poder mantenerlo”.

Al final, “toda esta situación”, lamenta el secretario general de Asaja Huesca, “genera una sobrecarga en el trabajo, un desánimo a los propietarios de la explotación que conlleva el cierre de explotaciones y la falta de relevo generacional”.

Vacuno en extensivo

En cuanto al sector del vacuno en extensivo, Ramón Solanilla ha indicado que “lleva el mismo camino que el ovino al frenarse las incorporaciones, el consumo desciende, la rentabilidad de las explotaciones ha disminuido por el incremento de los gastos de producción y el precio del ternero no ha subido tanto como en el ovino”.

Respecto a la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE), ha destacado que el foco detectado en la comarca de Sobrarbe “se ha podido solucionar con tratamientos de desinsección y a los animales”. Además el descenso de temperaturas ha llevado consigo “que el vector de transmisión de la enfermedad se ha frenado”. A juicio, “ninguna provincia sabe cómo enfrentarse a esta enfermedad y por parte del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha habido una dejación de funciones y no se ha actuado para frenar esta enfermedad ni para paliar los daños económicos a las comunidades autónomas”.

Por otro lado,se ha referido a las malas producciones de forrajes en media montaña, al llegar tarde las lluvias. De este modo, ha señalado que la paja ha pasado de unos precios de 50 a 150 euros por tonelada en destino. Una situación que también ha repercutido del mismo modo con precios al alza para forrajes ganaderos como es el caso de las vezas y alfalfa. “Vamos a entrar en un año 2024 muy complicado con un sobrecoste de casi el triple en las explotaciones”, ha señalado.

Asimismo, Solanilla ha tildado de “desastrosa” la nueva PAC para la ganadería extensiva. “Se nos ha incrementado la burocracia o el trabajo administrativo para cobrar menos”. Además ha criticado que “las exigencias medioambientales de la PAC tienen una dudosa base científica”.

En el caso de la ganadería intensiva, “tanto el ovino como el ovino como el vacuno se exportan a países árabes en un contexto internacional de incertidumbre”.

Por otro lado, la entrada en vigor de la ley de bienestar animal y transporte en 2024, según Solanilla, “va a repercutir en el bolsillo del consumidor al tratarse de leyes que incrementan los gastos en el transporte al disminuir el número de animales que se van a poder llevar en los vehículos pesados, la normativa de temperaturas de más de 30ºc que impiden llevar a animales y que en España va a ser desastroso”.

Esta misma ley de bienestar animal “va a suponer un incremento de los costes de producción que se triplican” en el caso del ganado porcino y avícola y, que en el caso del cunícola, “abogaría a su desaparición”.

En cuanto a las afecciones del lobo en la ganadería, ha señalado que este depredador “está matando a 65.000 cabezas de ganado en Europa, de las cuales 14.000 pertenecen a España, de las cuales un 75 % son ovejas, 19 % vacas y 6 % caballos”. Y señala que “España es el país europeo con más cabezas de ganado matadas por el lobo”.

Por otro lado, Asaja rechaza el borrador de la Ley de Restauración de la Naturaleza aprobada por la Comisión Europea, “en el que se habla de la eliminación de presas y la liberalización de 25.000 kilómetros de ríos”.

Del mismo modo que en el sector agrario, “el ganadero se encuentra muy desanimado por el tema económico, la falta rentabilidad y el incremento de normativa”. En su opinión, “no existen unas directrices comunes en las que el sector pueda trabajar como en el caso de la EHE” y a su vez ha resaltado que el sector ganadero “se encuentra económicamente descapitalizado al no haberse pagado a los agricultores las ayudas por la sequía del 2023”.

Trazabilidad alimentaria de terceros países

Por otro lado, Asaja va a reclamar que “no se pierda el control en las fronteras al entrar en España productos con una trazabilidad fitosanitaria sin controlar y de los que se desconocen sus registros laborales”.

De este modo, Asaja Huesca ha solicitado “informes justos realizados por universidades públicas totalmente objetivas” en relación al sector primario a la vez que ha reclamado “una asignatura de agroalimentación en los sectores primarios de la escuela para que la gente de la ciudad sepa lo que hacemos”. 

Y han instado a la administración para que “el sector primario esté en el centro de todas sus políticas económicas y no en el punto de mira”.