El agua embalsada no alcanza el promedio del último lustro

Los embalses de la cuenca del Ebro acaban el año 2023 al 62,7 por ciento de su capacidad, con 4.889 hectómetros cúbicos de los 7.800 que pueden albergar en su totalidad. Según los datos publicados a lo largo de la jornada de ayer por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), las reservas de los pantanos han aumentado en la última semana un 0,7 por ciento y más de un 5 por ciento en el último mes de diciembre, cifra que no consigue alcanzar el promedio de los últimos cinco años (2018-2022) que se sitúa al 64,6 por ciento con 5.042 hectómetros cúbicos.

Con todo, los datos mejoran la situación del pasado año a estas alturas, cuando se encontraban al 43,8 por ciento de la capacidad total, 3.416 hectómetros cúbicos, registrando la mínima registrada de este periodo. El último avance de indicadores de sequía de la CHE advirtió el buen estado de las cuencas del Gállego-Cinca y el Ésera. También de la unidad del Aragón y Arbas. No así del Noguera-Ribagorzana, en el límite entre Cataluña y Aragón, que sigue en alerta.

Aquí se encuentra el embalse de Canelles, actualmente al 19,8 por ciento de su capacidad total. En los últimos meses ha mejorado levemente sus reservas, pero continúa en una situación de volumen “muy bajo”. También Escales, que evidencia un mejor estado albergando un 72,5 por ciento de su capacidad, aunque su volumen de almacenamiento es casi cinco veces menor.

Con respecto a otros embalses de la provincia, Mediano y El Grado, al 80,5 y 94,7 por ciento de su capacidad respectivamente, han conseguido incrementar sus cifras en los últimos meses, en gran medida gracias a la consecución de borrascas acaecidas entre los meses de octubre y noviembre que originaron fuertes tormentas en el Pirineo.

Indicadores

Entre otros, el embalse de la Sotonera supera el 94 por ciento de la reserva, Lanuza casi alcanza el 53 por ciento y resalta Montearagón, reflejando un 23 por ciento de su capacidad de almacenaje total.

Hasta la próxima evaluación de los indicadores de sequía que se publicará a inicios de 2024, la Confederación sostiene que “los embalses del Pirineo han conseguido revertir la situación” y toda la margen izquierda, salvo la parte de Cataluña, “está ya recuperada”.

“Ahora preocupa más esa parte oriental de la cuenca y del eje del ebro, así como la cabecera que da soporte a este eje, que todavía no se han recuperado, dado que los indicadores de sequía de este nuevo año hidrológico no son buenos”, apuntaron desde la Confederación