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CENTENARIA

Dorotea Campo celebra su centenario rodeada de su familia tras una vida larga e intensa

Su hija María Luisa la define como una mujer "fuerte, activa, luchadora y de rasmia"

Celebración del centenario este jueves
Celebración del centenario este jueves
S.E.

Dorotea Campo Lanau ha celebrado este jueves su centenario en Campo rodeada del cariño de sus hijos, nietos y bisnietos. Tras una vida larga e intensa, "porque ha sido siempre una mujer fuerte, activa, luchadora y de rasmia", según la define su hija María Luisa, Dorotea ha tenido momentos difíciles como la pérdida de su marido hace treinta años o la de uno de sus cuatro hijos, Santiago, hace 12. Por lo demás, "ha trabajado mucho y se ha esforzado en todo lo que ha hecho", como se le reconoció hace algunos meses por parte de la Asociación Europea de Juegos y Deportes Tradicionales que la premió por su maestría en el tradicional juego de las "birllas" de Campo.

Nacida en La Corona, un núcleo deshabitado próximo a Santaliestra, es la segunda de ocho hermanos, algunos de los cuales todavía viven. Dorotea se trasladó a Campo "a servir" cuando era muy joven y allí conoció a su marido, que trabajaba en la serrería y con quien tuvo cuatro hijos. "Él ganaba su sueldo en la serrería, pero ella siempre hacía trabajos de lo que salía. Era su temperamento, muy activa, muy trabajadora. Ha participado siempre en todo y lo de las "birllas" la apasionaba. Era competitiva", asegura su hija, orgullosa del carácter impetuoso y fuerte de su madre que la llevó a competir con las "birllas" por toda Europa, haciéndola merecedora del premio internacional que le fue entregado la pasada primavera en Campo.

Su físico ha ido acorde con su fuerza interior. "Nunca la he visto mala más allá de algún resfriado", recuerda María Luisa. "No tiene ni azúcar ni colesterol. No le duele nada, aunque ahora la movilidad no la acompaña", relata su hija. Dorotea, sin embargo, está diagnosticada de demencia desde hace unos cinco años. "No es Alzheimer. Nos conoce y tiene momentos, pero ha dado un bajón", reconoce.

Aún así, de momento, sus hijos están consiguiendo respetar su deseo de que siga viviendo en casa. Este jueves, con motivo de centenario, la acompañarán sus tres hijos, sus ocho nietos y sus ocho bisnietos. "Esta vez no vendrán sus hermanos porque viven lejos, aunque sí estuvieron en la fiesta que le hicimos a los 90, cuando aún estaba en plenas facultades", concluyó María Luisa, ilusionada con el cumpleaños número cien de su madre.