El Pirineo recibe a los turistas que eligen la montaña para despedir el año 2023

Tras las celebraciones más familiares de Nochebuena y Navidad, ya han llegado al Pirineo muchos de quienes pasarán la Nochevieja en el Alto Aragón, aunque la escasez de nieve en las estaciones de esquí está haciendo que estos días previos la ocupación hotelera sea moderada y que se hayan registrado anulaciones. El último fin de semana del año se mantiene como los días de mayor ocupación de este segundo tramo festivo, mientras el sector turístico mira al cielo para ver si llega más nieve para mejorar las condiciones de las pistas de esquí.

Las estaciones de Astún-Candanchú, Aramón Formigal-Panticosa y Aramón Cerler ofrecen en conjunto 56, 5 kilómetros esquiables con espesores de entre 20 y 45 centímetros, y 51 pistas abiertas. Y los aficionados al esquí nórdico pueden practicar en Llanos del Hospital y el Balneario de Panticosa.

En el valle del Aragón, los empresarios esperaban que ayer acabaran de llegar a la zona los turistas que pasarán los días de fin de año en la zona, según confirmó Luis Terrén, presidente de la Asociación Turística del Valle de Aragón (ATVA). Aseguró que “la ocupación está alta en lo que es Jaca y en el valle, y un poco más baja en las estaciones”, y cifró en un 80 % el nivel de ocupación hotelera en la capital jacetana, disminuyendo al 75 % en el valle y al 60 % a pie de pistas.

Aunque ha habido anulaciones por la escasez de nieve, Terrén apunta que no son significativas, alude a la gran cantidad de gente que mueve las segundas residencias y estima que está pasando lo que pasó en el puente de la Constitución y la Inmaculada. “Volumen de gente va a haber mucha, porque las segundas residencias están a un nivel de ocupación altísimo, y al no haber tanta nieve, la gente se reparte un poco más”, de modo que -dijo - esquían un rato por la mañana y aprovechan otras alternativas para disfrutar de sus vacaciones.

El presidente de la ATVA no duda en apuntar que “con el dominio esquiable que ofrecen Astún y Candanchú, la gente se puede quitar el gusanillo y esquiar en condiciones”.

El Alto Gállego, por su parte, sigue a la espera de que caiga la nieve para que haya alegría en el sector, pero parece que se resiste. El presidente de la Asociación Turística Valle de Tena, Jesús Pellejero, dice que, aunque estos días las condiciones de la nieve no son las deseadas, “la gente mantiene todavía las reservas, creo que haremos un 70 % de ocupación en Nochevieja y Año Nuevo y bajará a partir del día 2. Este año, Reyes es sábado, cae un poco peor, aquí bajará un poquitín hasta el 65 o 60 %”.

Parece que la nieve no quiere despedir el año. “Nos dicen que podría caer algo el 31, de ser así sería estupendo, pero la previsión la van modificando cada día, así que no sabemos si va a nevar o no, ni cuándo, no nos queda otra que esperar y tener un poco de suerte”.

En cuanto a las reservas, Jesús Pellejero argumenta que ya se sabe que hay clientes que ahora cancelan las reservas si no hay nieve, pero luego reservan más adelante, no se pierde todo, también se traslada mucho”. Y recuerda que en las navidades de 2022 “bajamos en ocupaciones y en nieve, y, sin embargo, luego hicimos una temporada en conjunto muy buena, pero es verdad que estos días la angustia no te la quita nadie”, concluye.

En Ribagorza, la escasez de nieve en las estaciones de esquí del Valle de Benasque, Aramón Cerler y Llanos del Hospital, ha conllevado anulaciones de hasta el 50 % de las reservas en este segundo tramo de las vacaciones de Navidad, entre los días 26 de diciembre y 2 de enero, si bien se mantiene un buen pico de ocupación coincidiendo con fin de año.

La primera parte de las navidades, del 23 al 26 de diciembre, que es siempre la más floja “ha estado bien”, comenta el presidente de la Asociación Turística y Empresarial Valle de Benasque (ATEVB), José María Ciria. Sin embargo, la segunda parte que comenzó este miércoles y en la que “el valle se tendría que llenar esta semana, pero se han anulado hasta la mitad de las reservas en los que serían los días más fuertes, del 26 de diciembre al 2 de enero”, lamenta Ciria. En este tramo, “se mantienen los días punta del 30 y el 31, pero el resto baja más de la mitad”.

Respecto a la última parte de las vacaciones navideñas, entre el 2 y el 5 ó 6 de enero, de momento, “se mantienen las reservas para alcanzar un 60 % de ocupación” y se espera que la previsión de precipitaciones las mantenga o incluso aumenten si finamente nieva.

Y en Sobrarbe, la única comarca del Pirineo altoaragonés sin estaciones de esquí alpino, se espera que el próximo fin de semana lleguen “muchos grupos” a pasar la Nochevieja en casas de turismo rural y hoteles, una tendencia que se está consolidando, según apunta Paz Agraz desde la Asociación Empresarial Turística de Sobrarbe, quien añade que además también hay visitantes que duermen en Sobrarbe y por el día pasan a esquiar a Francia. Agraz estima que la ocupación rondará entre el 65 y el 70 %, “que es una buena ocupación”.