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sector primario

La sequía y una PAC que no ayuda marcan el año agrícola

Uaga Aragón ha destacado este jueves en su balance del 2023 las bajas producciones en los cultivos
herbáceos y frutales así como en la ganadería

Óscar Moret, Alberto Escura, José María Alcubierre y José Antonio Miguel este jueves, en rueda de prensa.
Óscar Moret, Alberto Escura, José María Alcubierre y José Antonio Miguel este jueves, en rueda de prensa.
Uaga Aragón.

Las adversidades climatológicas, con la sequía como el factor principal, han marcado este año las bajas cosechas en Aragón, con marcadas dificultades que han afectado tanto a los cultivos herbáceos como a la producción frutícola y ganadera, y una política agraria europea que no ha ayudado al sector a compensar las pérdidas.

Así se recoge en el balance agrario que ha presentado este jueves Uaga y que visualiza un Aragón “más ganadero que agrario” como lo refleja la producción final en ambos sectores, del 24 y del 76 %, respectivamente, según ha puesto de manifiesto el secretario general de la organización, José María Alcubierre.

La sequía ha sido un factor determinante que ha impactado fuertemente en los cultivos herbáceos, particularmente en las áreas de secano, dificultando la maduración de los granos y reduciendo la producción en un promedio del 60 % respecto a la campaña anterior y que en el caso de la provincia de Huesca han afectado más a las comarcas de La Hoya de Huesca, Los Monegros, Cinca Medio y Bajo Cinca.

La producción frutícola se ha visto afectada por la escasez de agua para riego y altas temperaturas, lo que ha adelantado la maduración de la fruta y ha generado problemas con la mosca de la fruta, provocando una oferta de fruta de menor calibre y dificultades en su comercialización.

A pesar de esto, las producciones de fruta en Aragón han aumentado en un 62,2 % aunque la producción final agraria de fruta ha disminuido en un 8 % debido a los bajos precios en el mercado.

En cuanto a cultivos específicos, las producciones de almendro en la región se han reducido en un 45 % y las de viñedo en un 40 %, mientras que las de olivar han aumentado en un 57 % en comparación con el año 2022.

A pesar de las adversidades, las cifras de contratación en el sector ganadero se han recuperado en 2023, con un pico en junio de 8.597 trabajadores contratados en la provincia de Huesca, siendo alrededor del 75 % superior (en tres de los cuatro meses fuertes de campaña de fruta) a los del año anterior y muy parecidos a los del 2019.

La producción ganadera final en Aragón ha experimentado un aumento del 9 % en comparación con 2022, hasta los 3.920.655.170 euros, principalmente impulsada por un incremento en los precios. Sin embargo, subsectores como el avícola de carne y el cunícola han sufrido bajadas significativos en producción y precios.

El valor de la producción agrícola final ha disminuido en un 41 % respecto al año 2022, hasta los 1.195.203.313,44 euros, debido a la pérdida de producción y la presión de los altos costos de insumos, poniendo en riesgo la rentabilidad de las explotaciones. La producción final agraria ha totalizado 5.135.108.483,44 euros, lo que supone una disminución del 9 % en comparación con el año anterior, siendo la actividad ganadera responsable del 76,72 % de esta producción.

Los altos costos de insumos, problemas climáticos y las incertidumbres regulatorias de la PAC han agravado la situación.

Seguros agrarios

Este año se ha batido el récord de siniestralidad, aunque la realidad climática actual y los recurrentes siniestros graves han impulsado la contratación de seguros agrarios.

Por producción, las cuantías más importantes corresponden a productores asegurados en las líneas de cultivos herbáceos (42,3 millones de euros), frutales (14,2 millones), uva de vino (5,7) y cereza (4,8). Pero “lo más duro” para la organización agraria son los 238 profesionales que pierde el campo aragonés cada año, “una sangría que no para” y que a Uaga es lo que más le duele, ha resumido Alcubierre.