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Crefco cierra su 30 aniversario con la reapertura del Canfranc más cerca

Las tres décadas han estado llenas de movilizaciones, experiencias y desilusiones

Primera movilización de Crefco en la estación de Canfranc, en 1993.
Primera movilización de Crefco en la estación de Canfranc, en 1993.
Crefco

Movilizaciones, trabajo, ilusión o futuro. Son solo algunas de las muchas palabras que podrían emplearse para explicar lo que han significado los 30 años de vida de Crefco, la Coordinadora por la Reapertura del Ferrocarril Canfranc-Oloron.

El año de su trigésimo aniversario se cierra con el Canfranc presente en la vida política: el acuerdo de gobierno PSOE-Sumar incluyó su reapertura y una Proposición No de Ley para acelerarla presentada por Jorge Pueyo (Sumar Aragón) fue aprobada por amplia mayoría en el Congreso el pasado día 19.

Movilización de este 2023 en Canfranc, 30 años después de la creación de la coordinadora.
Movilización de este 2023 en Canfranc, 30 años después de la creación de la coordinadora.
Crefco

Y sobre el terreno, España avanza en la rehabilitación integral de la línea de cara a su reapertura, con traviesas polivalentes que se adaptan al ancho de vía internacional.

Su portavoz, Benjamín Casanova, cree que son noticias positivas que reflejan que “la reapertura del Canfranc sería buena para toda España”. No obstante, echa en falta que traigan consigo algún tipo de “movimiento político”, es decir, que los partidos lleven a cabo acciones concretas en ese camino de impulsar la reapertura.

El 2024 se antoja clave en el largo camino del Canfranc. IMpulsado por Nueva Aquitania, este año se publicará un estudio para la declaración de utilidad pública de los 33 kilómetros que forman el tramo Bedous-Canfranc. Para Casanova esta es una buena noticia porque están “convencidos de que será favorable. Todos los estudios que se han hecho hasta ahora así lo han reflejado”.

A su favor cuentan con el factor ambiental: “Al ser una línea construida no tiene impacto, además se está diciendo que es necesario potenciar el ferrocarril”, expresa. Y añade que sería un paso fundamental para convertir Zaragoza en “un nudo logístico de primer orden”, así como para beneficiar las plataformas de Huesca y Teruel.

Respecto a las dificultades que podría conllevar el paisaje de montaña que atraviesa, expone que “el tramo complicado, con pendientes mayores, son 7,2 kilómetros del lado francés”. Opina que “se puede salvar con las locomotoras actuales”, más aún teniendo en cuenta que este proyecto también traería la electrificación total de la línea y el ancho internacional de la vía.

No hay que olvidar el potencial turístico del Canfranc, que para Benjamín es “tremendo”. Existen propuestas de trenes turísticos como la que planteó el histórico presidente Luis Granell, de la ruta de los museos con paradas en Ayerbe, Sabiñánigo o Zaragoza. Pero también incide en la apertura del Museo del Ferrocarril en Canfranc, que podría convertirse en “un éxito a nivel de España y de Europa”. Y es que no hay que olvidar que la línea uniría lugares muy turísticos como Jaca, el Pirineo o la capital aragonesa.

Igualmente, el hecho de que Europa haya dado el visto bueno y esté dispuesta a enviar fondos cuando llegue la reapertura es “una suerte que habría que aprovechar”.

30 años de personas y momentos inolvidables

La trayectoria de Crefco es inseparable de la vida de Luis Granell. El periodista, escritor y activista por la reapertura del ferrocarril fue portavoz durante 11 años, y estuvo inmerso en la lucha hasta su fallecimiento en febrero de 2022. Para Casanova es el “alma mater” de la coordinadora: “Cuando hablo del tema siempre imagino qué pensaría Luis. Es el personaje más importante en Crefco, no solo por sus ideas, también por su esfuerzo y trabajo”, explicó al respecto.

En cuanto a las movilizaciones que ha impulsado Crefco, su protavoz destaca que su importancia radica en “la insistencia”, algo que queda patente viendo que cada 18 de julio vuelven a la estación para reclamar su reapertura.

En el plano político, tiene marcado el año 2000, momento en el que la cumbre hispano-francesa de Santander aprobó la reapertura. “Aunque el cambio político en Francia hizo que se viniera abajo, demostró que la movilización es tenida en cuenta por los gobiernos”, recuerda.

No cree que la ciudadanía aragonesa se haya olvidado de su importancia, pero sí que episodios como este hagan que “no vean la luz al final del túnel, nunca mejor dicho”. “Hay desilusión, y se ve que políticamente se habla mucho pero no se hace nada”, sentencia.

De cara al año que viene su intención es “seguir intentando que en Francia se mueva más”. Para ello se está preparando junto a sus homólogos franceses, Creloc, un manifiesto que llegue a Nueva Aquitania y al ejecutivo de París.

Respecto a Creloc, remarca que siempre dan pasos de manera conjunta, “con la visión de ambos lados”, y que las relaciones “no pueden ser mejores”.

Como cierre, recuerda que es necesaria una unión por parte de políticos, empresas y ciudadanía. “Hay que tener claro que ese impulso hace falta para que en Francia vean que no es algo que solo interese a Aragón, también a ellos”.