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Continúa el declive del buitre leonado en el Prepirineo

Los parques eólicos y las líneas de alta tensión son sus principales amenazas

Miembros del GOO junto a los buitres en el muladar del Tiacuto, en Nueno.
Miembros del GOO junto a los buitres en el muladar del Tiacuto, en Nueno.
GOO

El declive del buitre leonado en las sierras del Prepirineo, la zona en la que hay una mayor concentración, continúa siendo más que preocupante.

Son las conclusiones del Grupo Ornitológico Oscense (GOO), quien ha cifrado el descenso de los censos en el Alto Aragón en un 20 % durante la última década, un dato todavía más sangrante que el 17 % registrado en Aragón. Igualmente, los cálculos anuales del GOO indican una pérdida de nidificantes en las sierras exteriores de casi un 50 % en 20 años.

Además, han podido comprobar que durante el 2022 se produjeron casi 1.000 muertes de estas rapaces por causas no naturales.

Nacho Arizón, presidente del GOO, apunta a la “exagerada” proliferación de molinos eólicos y a las líneas de alta tensión como los dos factores claves. Según sus cálculos, el primero sería responsable del 80 % de estas muertes y las líneas de alta tensión, del 20 % restante.

A esto hay que sumar una productividad muy baja de los buitres leonados. Como muestra, Arizón explica que en la conocida buitrera de Riglos-Sarsamarcuello “nacían alrededor de 60 pollos al año, con picos de hasta 70 u 80”, mientras que en la actualidad estas cifras han caído hasta los 20.

40 años reivindicando la mejora de sus condiciones

Desde el Grupo Ornitológico tienen claro de que aunque la situación es complicada, sigue siendo crucial presionar a la Administración para “no llegar demasiado tarde y quedarnos sin buitres”.

Continúan con una lucha que ya iniciaron “hace 40 años”, la de evitar las muertes no naturales de los buitres leonados.

Así, señalan el trenzado de las líneas de alta tensión como una victoria, ya que las rapaces no perecen al electrocutarse. En el vertedero de Fornillos de Apiés denunciaron las “docenas de muertes” por estos incidentes, y consiguieron que se cambiaran los postes y líneas peligrosas.

Y gracias a su labor de gestión del muladar del Tiacuto de Nueno, identificaron que los buitres llegaban con muchas heridas en las patas provocadas por los cortes que se hacían en el citado vertedero. Por ello, pidieron que se taparan las basuras dos veces al día, algo que consiguió evitar la mayoría de estos accidentes y que, de hecho, es una obligación de la Unión Europea.

En cuanto al muladar del Tiacuto, este espacio a cargo del GOO es uno de los puntos de concentración de aves carroñeras en Europa. Ha alcanzado máximos de 750 buitres leonados, más de 20 alimoches, quebrantahuesos, grupos de cuervos, milanos reales y negros e incluso apariciones de buitres negros.