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Gabriel Torralba: "Esto es un paraíso y no lo cambio por nada del mundo"

Especializado en el Enduro ha sido varias veces Campeón de España también compite en otras modalidades como XCO, XCM o Gravel

Gabriel Torralba.
Gabriel Torralba.
A. H.

El ciclista oscense (Riglos, 1997) pese a ser todavía un veinteañero tiene ya una larga trayectoria deportiva, y además variada. Especializado en el Enduro, disciplina en la que incluso ha subido al podio en Copas del Mundo y ha sido varias veces Campeón de España, también compite en otras modalidades como XCO, XCM o Gravel. Ligado a la estructura de Orbea desde hace casi una década, en los últimos años forma parte del equipo OO Lab, que trabaja con bicicletas eléctricas para testearlas y mejorarlas en competición. Y todo sin moverse de su pueblo.

Nacido y criado en Riglos, y orgulloso de vivir en el medio rural.

-Para mí ser de esta provincia y vivir en Riglos es un orgullo. Toda la vida lo he sentido así, pero sobre todo desde 2018, que fue cuando realmente aprendí a valorar lo que es ser de aquí. Me fui seis meses a vivir y entrenar cerca de Barcelona, en Cardedeu, que para ellos era un pueblo pero para mí, que venía de Riglos, ya era una ciudad enorme. Aprendí lo que es ser de mi tierra, lo que tenemos, y que lo que quería era quedarme y luchar por mi territorio. Vivo en un paraíso, lo digo con orgullo, y antes me gustaba ser de un pueblo, pero ahora mucho más.

¿Pero no supone muchas limitaciones el vivir en un lugar pequeño?

-Limitaciones, la verdad es que pocas. Además yo estoy acostumbrado porque siempre he vivido aquí, he sido toda la vida de pueblo, y aquí tengo todo lo que necesito. Mi vida siempre ha estado enfocada a Riglos, un entorno idílico y más para mi deporte. Y tengo Ayerbe a diez minutos en coche. En la ciudad te cuesta esos diez minutos ir al médico, o al colegio, y yo también tengo de todo a esa distancia.

Limitaciones, por tanto, pocas, y sí muchas ventajas.

-Desde luego que para mí las tiene todas. Yo salgo por la puerta de mi casa y ya puedo ponerme a entrenar, sin tener que coger el coche y desplazarme no sé cuantos kilómetros o cuántas horas. Eso es algo que no se paga, algo que a mucha gente incluso le resulta increíble. Y otro aspecto muy importante para mí es la tranquilidad que se respira. Vivir con esta calma, tan cerca de la naturaleza, te hace estar más en contacto contigo mismo. Conforme he ido cumpliendo años veo a la gente de ciudad, ese alboroto que tienen, una locura cada día que puede llegar a nublarles la vista y a ser algo más superficiales. Yo no cambio mi sitio por nada del mundo. Valoro mucho lo que tengo y esa paz, no quiero andar agobiado constantemente y en una ciudad creo que me ocurriría.

Puede entrenar desde la puerta de casa, pero esta provincia ofrece también muchas opciones.

-Es una ventaja el poder entrenar en casa, y además carretera, enduro, BTT, pero a la vez yo me muevo mucho porque me gusta conocer otros sitios, y en la provincia tenemos sitios increíbles, y además muchos. Biescas, Aínsa, Jaca, Zona Zero, Arguis. Por la competición he tenido la oportunidad de viajar por todo el mundo, y tengo que decir que no he encontrado un sitio como la provincia de Huesca. Con hora y media de coche estoy en Jaca, donde tengo múltiples oportunidades para entrenar, otra hora y media y estoy en Arguis, en Riglos, en el Prepirineo, que no tiene nada que ver, y otra vez coges el coche y estás en Monegros, que ni que decir tiene que es otro mundo totalmente diferente y te ofrece otras posibilidades, hablando siempre de ciclismo. Y súmale Biescas, Zona Zero, todos los centros BTT. Para el ciclismo en esta provincia tenemos un paraíso y al mismo tiempo una apuesta de mucha gente. Dicen que Whistler, en Canadá, es la meca de la BTT, pero para mí esto es mejor, ofrece mucho más.

Por tanto, un altoaragonés militante allá por donde va.

-Me siento orgulloso y lo vendo, sobre todo como digo desde 2018. Vendo mi tierra, no me quiero ir. Y creo que hay una fuerte sinergia con la marca Huesca La Magia. He llevado su nombre por la competición del más alto nivel desde 2014, es una década, mi patrocinador más antiguo, y ellos, como mi familia, me han enseñado también a valorar y defender esta tierra.

La despoblación es un peligro, ¿qué opina de ella?

-La gente se va de los pueblos, y creo que en parte es por falta de valores, y también porque las redes sociales, que son muy buenas para muchas cosas, también hacen daño. Los niños ven modelos de gente siempre de ciudad, y quieren parecerse. Están desapareciendo pueblos pequeños y al menos en lo que a mi respecta trato de enseñar lo que tenemos, que es un territorio increíble con muchas posibilidades.

De hecho, este año organiza una prueba de enduro.

-La Reino de los Mallos Enduro Race, que va a ser Copa de España y prueba internacional UCI. Estamos involucrando a gente de la zona, los carteles los están haciendo los escolares de Ayerbe. Es el 3 de marzo, está costando mucho esfuerzo pero la gente se está volcando. Ese fin de semana se llenará toda la zona de gente y es uno de los objetivos, que conozcan el Reino de los Mallos.

¿Y su temporada, que está a punto de empezar?

-Este año me motiva de nuevo hacer enduro después de dos años de hacer cosas más variadas. Voy a volver a hacer entera la Copa del Mundo, que son cinco pruebas, con la eléctrica, con el equipo OOLab, para competir y también desarrollar el material.