Comarcas

SUPLEMENTO AGROALIMENTARIO

Los almendros se adelantan por las altas temperaturas de febrero

Tras las pérdidas sufridas en los años 2021 y 2022, de nuevo, la floración temprana genera preocupación en el sector ante posibles heladas

Explotación de almendros de variedad soleta en Aniés, esta semana
Explotación de almendros de variedad soleta en Aniés, esta semana
Jorge Verde

Las temperaturas cálidas que se registraron entre enero y parte de febrero genera incertidumbre y preocupación en el sector de productores de almendras de cara a las heladas, que podrían registrarse en los próximos meses, con las pérdidas consiguientes en las explotaciones de la provincia.

Así lo indica Jorge Verde, agricultor de almendra con 22 hectáreas de superficie que suman las explotaciones que regenta en los núcleos de Ortilla, Bolea y Aniés. “A las almendros de variedad común -soleta, belona, guara o vairo- les queda una semana para la floración y respecto a otros años van con quince días de adelanto”, comenta.

Recuerda que en 2022 y 2021 hubo pérdidas por heladas mientras que el año pasado las producciones se vieron lastradas por la sequía.

Detalle de la flor en uno de los almendros.
Detalle de la flor en uno de los almendros.
Jorge Verde

Frente a los riesgos de heladas, este agricultor ha decidido no contratar seguro. “No compensa porque el precio del seguro es muy caro, nos quitaban kilos y por ello hemos decidido no asegurar”, subraya. Y a su vez señala que es posible contratar seguro por pedrisco para el almendro de cara a la primavera y al verano.

Jorge Verde ha dejado de lado otras variedades como la marcona y la larguera con un valor de euros el kilo por pepita por su escasa rentabilidad. “Las hemos dejado de lado al ser variedades que no rinden del mismo modo todos los años al no polinizar bien y son más complicadas de llevar frente a las enfermedades”, matiza.

En su caso, Jorge Verde ha apostado por variedades de floración más tardía “aunque tampoco están exentas de los riesgos por heladas y las pérdidas de producción”.

Respecto a la rentabilidad, el agricultor de Ortilla se encuentra desanimado. “Nos gusta mucho cultivar la almendra que es algo muy bonito pero llevamos años en los que la rentabilidad es mínima”, comenta. Además apunta: “Aunque el sector se haya mecanizado precisa mucha mano de obra” y se refirió a la competencia desleal de las almendras de California respecto a las variedades que se registran en España. Por ello, anima a los consumidores “a apoyar a la almendra de España”.

Para el representante de Asaja en la Mesa Nacional de Frutos Secos, José María Alcácera, “la floración del almendro implica más riesgo a la exposición por heladas lo que no quiere decir que se tengan que helar”.

Se refiere al problema de las heladas que pueden llegar en abril “cuando está todo el producto cuajado” además de los problemas con la polinización con el frío intenso. En cuanto a las zonas, Alcácera abundó en los problemas de sequía en la zona sur de la provincia que puede llevar consigo un mal cuajado de la almendra. “La sequía induce que un árbol florezca pronto por una floración débil mientras que un árbol fuerte con condiciones suficientes de cultivo y humedad florece más tarde”, comenta.

Por otro lado, califica que la rentabilidad de la almendra “está por los suelos, con precios de hace muchos años y gastos muy superiores y con precios que no acompañan desde hace dos o tres años”.

José Luis Sánchez, responsable de frutos secos de Uaga Aragón, también coincide en que los 15 días de adelanto de floración del almendro que, explica, “es peligroso cuando empieza a salir la almendra del tamaño de una lenteja” ante posibles heladas en “un año muy atípico con 5 o 6 grados por encima de la media”.

También lamenta la bajada de las coberturas del seguro por 300-400 kilos y en franquicias del 30 al 40 % en almendra.

Asimismo incide en la necesidad de cambiar la ley de la cadena alimentaria “con precios de hace 40 años que no son rentables para los productores de almendra”.