COLABORAN: CAJA RURAL DE ARAGÓN Y DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE HUESCA
Vencillón reivindica la tipología de sus casas para asentar y atraer población
#CONTRALADESPOBLACIÓN
LA HISTORIA de Vencillón es, como la de muchos de los pueblos que recorren el Alto Aragón, una historia de supervivencia, de lucha por mantener una población asentada que disponga de servicios de proximidad y no tenga la necesidad de marcharse fuera.
En los últimos diez años, en la localidad literana, eminentemente agrícola y ganadera, ha habido un descenso de población y las matrículas en el centro escolar se han reducido “en un cincuenta por ciento”, lo que pone “en riesgo el sostenimiento de la Escuela Infantil y las aulas de Primaria en breve plazo”, reza un informe elaborado por el Ayuntamiento de Vencillón sobre las necesidades del municipio.
La vivienda es, junto con el trabajo, el principal caballo de batalla de los consistorios que, como el de Vencillón, tratan de sostener a sus jóvenes y atraer a nuevos pobladores a pesar de que ven como cada año el censo se va quedando más mermado.
Precisamente, una de las últimas medidas del ayuntamiento que preside el alcalde Ramón Capel ha sido adquirir una vivienda para reformarla y destinarla a alquiler con un precio asequible, gracias al Plan de Fomento de la Vivienda de la Diputación Provincial de Huesca (DPH).
El nuevo alojamiento, de unos 70 metros cuadrados útiles, contará con tres habitaciones, un baño, cocina comedor y un porche. “Es perfecta para una pareja joven que se quiera quedar en el pueblo o para una familia que quiera venir a vivir aquí”, afirma el alcalde, para quien la tipología de la vivienda de Vencillón (unifamiliares con patio, fundamentalmente), resulta un “elemento equilibrador” para frenar la marcha de vecinos a municipios más grandes donde tienen el trabajo.
La localidad literana no puede absorber la demanda de empleo de sus habitantes, por lo que estos se van a trabajar cada día a sitios como Binéfar, Almacellas, Lérida o Fraga, explica Capel. Para evitar que acaben desplazando su lugar de residencia, el Ayuntamiento se vale de una vivienda de calidad, espaciosa y asequible como “principal elemento equilibrador”, recalca el alcalde.
Hay que recordar que Vencillón es un municipio construido por el Instituto Nacional de Colonización, con el urbanismo que caracteriza este tipo de pueblos de nueva creación, calles anchas con una estructura viaria reticular, pero, la peculiaridad más importante son los edificios de las casas, todas unifamiliares aisladas.
Así, “el reto demográfica pasa por mantener la tipología de la vivienda y las ayudas públicas para hacer asequible a nuestros jóvenes y nuevos pobladores el acceso a vivienda”, insiste el alcalde, quien apunta que en la actualidad el mercado de alquiler en Vencillón es “inexistente”, salvo los alojamientos municipales, que están ocupados por parejas jóvenes y nuevos pobladores.
Pronto, la localidad contará con una vivienda más de alquiler. El proyecto técnico ya está listo para contratar la obra antes del 30 de abril, por lo que la casa estará terminada en mayo de 2025, cumpliendo así los plazos de ejecución que marca el pliego de condiciones de la DPH.
En el mismo terreno en el que se ubica esta vivienda hay unos anejos en los que el Ayuntamiento proyecta construir otros dos alojamientos de alquiler. “Pero, para poder hacerlo es importante que continúe el Plan de Fomento de la Vivienda de la Diputación, si no será imposible”, advierte Capel.
Y es que, esta línea de ayudas, ofrece unos préstamos a treinta años que permiten a los consistorios adaptar a los inquilinos unas cómodas cuotas de pago, “de unos 240 o 250 euros”, con los que se amortiza el préstamo sin intereses, explica el alcalde.
“Estos alquileres asequibles dan la posibilidad a la gente joven de que se pueda quedar en el medio rural”, valora Capel, porque, “sin jóvenes ni servicios de proximidad, el pueblo se acaba”.
Las razones para quedarse
Sara Monreal Allué es una chica de Vencillón, de 27 años, que ha apostado por su pueblo para vivir con su pareja. Trabaja como auditora de cuentas en Almacellas y debe desplazarse allí cada día, excepto los que teletrabaja.
Dice que eligió su pequeño municipio frente a la ciudad por “la tranquilidad, el poco ruido y el menor estrés”. También puso en la balanza la economía, ya que “es muy complicado independizarse siendo joven”.
“El buen ambiente con todos los vecinos” y “tener cerca a la familia” fueron otros “puntos a favor” para quedarse. Además, de cara al futuro, Sara Monreal quiere que sus hijos tengan “la misma infancia” que tuvo ella. “Considero que en el pueblo tienen más libertad, eres más niño y te evades un poco de tanta tecnología”.
“Hay escasez de vivienda”
Y aunque es feliz con su decisión, echa en falta más ayudas para frenar la despoblación de localidades como la suya. “Muchos más jóvenes como yo se habrían quedado en el pueblo a vivir pero les ha sido imposible debido a la escasez de viviendas, ya que no se facilita la construcción de nuevas casas y las que hay actualmente para comprar están en mal estado, es decir, necesitarían una gran inversión en reforma a parte del gasto de la compra”.
El crecimiento urbanístico de un pueblo de colonización
Vencillón es un municipio de “colonización” de la comarca de La Litera, cuyos orígenes se remontan a 1965 con la construcción de 120 viviendas unifamiliares.
En 1988 se levantó una nueva promoción pública de 24 viviendas y 15 años después, en 2003, se entregaron otras 9 casas en una promoción municipal mediante un convenio con el Instituto del Suelo y la Vivienda de Aragón (Isva).
Desde su nacimiento, Vencillón ha ido creciendo paulatinamente hasta que en 2010, el municipio sufrió un parón urbanístico como consecuencia de la crisis económica que sufría el país entero. Así, el proyecto que se había iniciado de 11 viviendas para jóvenes de la población, no pudo materializarse por falta de financiación bancaria. No obstante, entre 1990 y el 2010, se construyeron en la localidad 26 viviendas mediante autopromociones, según un informe elaborado por el Ayuntamiento sobre las necesidades de vivienda en el municipio. En dicho documento recuerdan que en 2016 pusieron a disposición de la Asociación de Empresarios de Binéfar y Huesca solares urbanizados, pero no ha habido respuesta.
