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DOCUMENTACIÓN

Comienza la catalogación de fondos de la Harinera “La Dolores” en Caldearenas

Los documentos podrían alcanzar las 100 cajas y 500 expedientes en estancias y expositores

Raquel Barrero, encargada del archivo, revisando la documentación de la Harinera La Dolores.
Raquel Barrero, encargada del archivo, revisando la documentación de la Harinera La Dolores.
Comarca del Alto Gállego

La Comarca del Alto Gállego, desde su Área de Cultura, ha iniciado la catalogación de fondos de la Harinera “La Dolores” de Caldearenas. “De momento es difícil contabilizar la documentación, pero se podría hablar de unas 100 cajas de documentos y unos 500 expedientes, aunque estas cifras podrían variar”, explica la consejera comarcal de cultura Rocío Arnal.

La documentación está diseminada por diferentes estancias, armarios y expositores, “y todavía no la he localizado toda, señala la archivera, Raquel Barrero. El objetivo, dice, “es revisar toda la documentación, hacer una primera limpieza y clasificarla. Calculamos a finales de mayo tendremos una visión más clara de lo que es el fondo documental de la harinera”.

Hasta el momento se han localizado libros de contabilidad, correspondencia con proveedores y agentes comerciales, rollos de cinta de telégrafos (podría tener su propio telégrafo), documentación del Servicio Nacional del Trigo, pólizas de seguros, libros de registro de molturación, facturas o documentación sobre tarifas de la compañía eléctrica, de la Fábrica de Electricidad Hidráulica de Caldearenas-Aquilué.

Rocío Arnal explica que con esta actuación “se continúa la catalogación de distintos archivos del Alto Gállego, tanto públicos, de ayuntamientos, como privados, de empresas y asociaciones”. Esta antigua fábrica de harinas, actualmente musealizada, conserva la documentación en diferentes ubicaciones del inmueble que incluye entre otros materiales, libros de contabilidad o formularios que utilizaban para el desarrollo de su actividad industrial. “Queremos que este patrimonio cultural industrial, la memoria de los pequeños pueblos, no se pierda”, apunta Rocío Arnal.

“La Dolores” se creó en 1925 sobre un molino preexistente. De éste, se aprovechó la acequia para establecer un salto y una turbina que convirtiera la energía hidráulica en eléctrica para abastecer a la propia fábrica, a Caldearenas y a otras localidades vecinas.