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AGROALIMENTARIO

Viñedos y olivos se benefician de la lluvia en el Somontano

El agua llega en el momento y de la formación adecuada

Viñedos brotando en la DOP Somontano.
Viñedos brotando en la DOP Somontano.
S.E.

Las lluvias que cayeron a comienzos de semana, en concreto 32 litros entre lunes y martes, con 172 litros acumulados desde enero hasta marzo, han sido muy beneficiosas para viñedos y olivos en la delimitación geográfica del Somontano según las fuentes consultadas en ambos sectores. El denominador común es que el agua de lluvia está entre las principales fuentes de nutrientes de la planta y tendrá repercusiones favorables de cara a las campañas, lejanas todavía.

La meteorología influye mucho, en el caso concreto de viñedos afecta al desarrollo de la planta y en función de la fase del ciclo vegetativo de la vid, la lluvia será más o menos beneficiosa. En todo caso, son meses ideales antes de primavera. En este sentido, se dice que marzo es el tiempo en que las viñas comienzan a “llorar” tras un mes de febrero “en estado de lactancia”. Signo del comienzo de la brotación que da paso al nuevo ciclo de la vid.

Olivar ecológico en Bierge.
Olivar ecológico en Bierge.
S.E.

Francisco Berroy, presidente del Consejo Regulador de la DOP Somontano, señala que “los 32 litros de agua que han caído entre lunes y martes han venido buenísimamente bien, el agua de primavera va genial para la viña. Desde enero la pluviometría es muy buena, en concreto se han acumulado 172 litros, según marcan las estaciones meteorológicas distribuidas por las bodegas”.

Las aplicaciones en tiempo real reflejan “cifras importantes y, sobre todo, afectan al viñedo de secano porque se llevan dos años muy malos en cuanto al agua. En general, los efectos se notarán en que la viña brotará con fuerza, si hace mucha vegetación, en verano habrá más garantías y la planta aguantará mejor. Ahora, variedades como chardonnay ya tienen hojas. De todas maneras, no garantiza nada, porque tiene que llover más”. En su opinión, “hasta ahora no podemos quejarnos del ciclo hídrico”.

La variedad chardonnay es la más temprana y también de mayor producción por campaña con 4.560.111 kilos en 2023, por encima de la gewürztraminer con 1.502.339 kilos, entre las variedades blancas que fueron el 39% de la vendimia de 19.140.030 kilos. En las tintas, el volumen fue de 14.579.919 kilos y cabernet sauvignon encabezó la producción con 3.444.556 kilos.

Las opiniones son similares en el sector olivarero. “Las lluvias han venido perfectas, sobre todo si lo comparamos con el año pasado que apenas llovió, señala Sergio Ferrer, en el municipio de Bierge donde las cifras de lluvia son parecidas, 32 litros.

En cuanto a los efectos, “aún es pronto para que el árbol reaccione porque es ahora cuando comienzan a brotar, lo normal es que con tanta humedad en el suelo, aunque no garantiza que cuaje más si llegan temperaturas altas, está preparado para soportarlo a diferencia del año pasado que apenas llovió. Además, ha caído bien, lluvias suaves, no en plan tormenta”. Si bien hasta octubre “pueden pasar muchas cosas, estamos en el tiempo que tiene que llover y desde enero han caído 190 litros de agua. A diferencia del año pasado que solo registramos 37 litros desde enero a mayo, la diferencia es sustancial. Ha llovido más en dos días que en cuatro meses del año pasado”.

En líneas generales, “ha ido para todos los cultivos, al menos la base se prepara bien, luego veremos cómo llega el verano. Por ahora, una primavera ideal”. En la campaña anterior, las lluvias abundantes en la segunda quincena de octubre fueron fundamentales para la cosecha de aceitunas con 3.552.000 kilos, en siete almazaras del Somontano con aumento de 1.292.000 kilos para mejorar la producción de aceite de calidad excelente.