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“Todo lo que depende del frío, como glaciares, está cambiando rápidamente”

Anchel Belmonte constata modificaciones en el paisaje pirenaico solo en dos décadas

Anchel Belmonte habló de su libro en el Palacio Villahermosa.
Anchel Belmonte habla de su libro en el Palacio Villahermosa.
Laura Ayerbe

A pesar de que la mayor parte de los procesos geológicos se desarrollan “muy lentamente”, en las dos últimas décadas se aprecia una aceleración en algunos de ellos en el Pirineo, principalmente en el retroceso de los glaciares y en el estado de los ríos. 

Así lo confirma Anchel Belmonte, doctor en Geología y coordinador científico del Geoparque Mundial de la Unesco Sobrarbe-Pirineos, con motivo del acto que se ha celebrado este miércoles en Huesca, organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo UIMP-Pirineos, en el que habló de su Guía Geológica de los Pirineos, publicada por primera vez en 2003 y reeditada veinte años después tras haberse agotado los 4.000 ejemplares de la tirada original y haber recibido peticiones para que volviera a salir al mercado.

La segunda edición supuso una “renovación” de la primera con la inclusión de 200 fotografías nuevas y la actualización de contenidos. En este capítulo, Belmonte explica que la mayor parte de los cambios geológicos “pasan inadvertidos” a los ojos del hombre por desarrollarse lentamente, aunque “hay partes de la geología pirenaica que son susceptibles de cambios relacionados con procesos que tienen que ver con el clima. En este sentido, todo lo que depende del frío como glaciares, cuevas heladas o el permafrost (suelos permanentemente helados) está cambiando de una manera muy rápida en el contexto del cambio climático que vivimos”.

Califica de “radical” el cambio experimentado por los glaciares pirenaicos en pocos años, un retroceso que, según muchos estudiosos, llevará a la desaparición de estas masas de hielo en el Pirineo en las próximas décadas.

Belmonte expone que hay otros cambios, tal vez solo visibles a “ojos más entrenados”, en los ríos o en paisajes que “se enfrentan en estas últimas décadas a las transformaciones que un cierto modelo de turismo impone sobre ellos”.

Por ello, no duda en apuntar que “es bueno tener una mirada capaz de valorar cuáles son los elementos del paisaje y tratar de tener una sensibilidad apropiada para conservar todos aquellos que merecen la pena guardar”.