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Mejora la previsión de llegada de temporeros para la campaña frutícola

Vivienda, salarios y condiciones dignas, requisitos indispensables para los trabajadores

La mayoría de temporeros proceden de Marruecos, Gambia, Malí, Mauritania, Bulgaria, Rumanía o Colombia.
Trabajadores agrícolas en plena campaña, en una foto de archivo.
D. A.

Las previsiones para la campaña frutícola de este 2024 y para la llegada de temporeros son bastante mejores que las del pasado año. Aunque nadie se atreve a decirlo demasiado alto, todo parece indicar que las malas cifras del anterior verano y los llamamientos para conseguir trabajadores no se deberían repetir.

Se trataba de dos fenómenos paralelos, en el que el primero tiraba del segundo, pero durante los últimos años, los trabajadores agrícolas han puesto sobre la mesa demandas. Son básicas, como que se le garantice a cada trabajador un alojamiento digno, que se respeten los convenios y que se pague el Salario Mínimo Interprofesional.

Trabajadores agrícolas en plena campaña, en una foto de archivo.
La mayoría de temporeros proceden de Marruecos, Gambia, Malí, Mauritania, Bulgaria, Rumanía o Colombia.
D. A.

Óscar Moret, responsable provincial de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón, explica que estas peticiones han llegado a los agricultores, que se han sensibilizado sobre la cuestión. “Ahora el agricultor no se preocupa solo por contratar, también porque esas personas estén en una vivienda digna”, comenta.

Si se siguen necesitando las mismas manos que hace una década, ¿por qué hace falta más alojamiento? Moret aclara que ha cambiado el modelo de las explotaciones: “antes eran familiares, y con los miembros de esa familia y algunos estudiantes y trabajadores se cubrían”.

En la actualidad, el tamaño de cada explotación se ha incrementado mucho y se necesita traer más temporeros. La mayoría de ellos provienen de Marruecos, Gambia, Malí, Mauritania, Bulgaria, Rumanía o Colombia.

En la misma dirección apunta Carmelo Casas, responsable de fruta de Asaja Huesca, quien opina que “la mano de obra ha cambiado en los últimos años”. Así, las heladas tardías del último año en el Bajo Cinca hicieron que en 2023 muchos temporeros optaran por otros destinos o trabajos. Para esta campaña “había temor, pero ha sido diferente y la gente va circulando”, detalla.

Casas también considera fundamental el tema de la vivienda, algo que se debería “impulsar” y, sobre todo, que sea “en condiciones”, apostilla.

Demandas de los sindicatos

Pese a que las asociaciones agrícolas creen que desde el empresariado se están haciendo las cosas bien, los sindicatos siguen teniendo algunas demandas.

Rachid El Jazouli, responsable del sector Agropecuario en CCOO Aragón, reclama “más alojamiento, mejores condiciones y que se pague el Salario Mínimo Interprofesional siempre”.

Aunque todavía es algo pronto para saber con total seguridad cómo irá la campaña en cuanto a la llegada de temporeros, adelanta que “la subida del SMI se notará”.

Avisa de que hay trabajadores agrícolas que prefieren ir a otros países o sectores: “En Francia hay mejores condiciones de sueldo, salud laboral y vivienda”. Y en cuanto a los sectores que hacen competencia, nombra el metal y la construcción.

Con respecto a las condiciones deficientes, recuerda que “el año pasado había trabajadores tirados en la estación de autobuses de Fraga”. Por su parte, Moret también habla de asentamientos ilegales en Zaidín, con campañas antes de la pandemia en las que se detectaron más de 140 temporeros afincados en infraviviendas.

Vivienda pública y asesoramiento municipal

Desde el Ayuntamiento de Fraga, se intenta “dar una solución” a este problema “que se arrastra desde hace más de 30 años”, aclara su alcalde, Ignacio Gramún. Aunque “tiene que quedar claro que es el agricultor el que tiene la obligación de acoger a sus temporeros”, el consistorio ya ha puesto en marcha su servicio de atención y alojamiento a trabajadores.

Hasta junio, en el albergue se presta acogida, información, asesoramiento y cobertura de las necesidades básicas a las personas que llegan a la ciudad sin contrato de empleo ni alojamiento, siguiendo el mismo procedimiento que la pasada temporada. La instalación realizará dicha función hasta el mes de junio, cuando está previsto que finalicen las obras en las viviendas del recinto Clara Campoamor.

Allí habrá capacidad para albergar a 32 personas de forma simultánea, aunque Gramún subraya que estos trabajadores solo podrán estar allí 7 días. “El alojamiento no está pensado para que sea de larga duración”, algo que le corresponde al empleador garantizar.

El año pasado, 51 temporeros se hospedaron en el albergue y a otros 57 se les asesoró. El primer edil estima que “este año nos moveremos en parametros similares”, aunque podría incrementarse ya que “el Bajo Cinca tendrá buenas producciones, con árboles cargados y pocas inclemencias meteorológicas”.

Cree que será un “año equilibrado en cuanto a temporeros y producción”. Sabe de lo que habla, ya que es agricultor de profesión y ocupó durante años la presidencia de MercoFraga.

Como es habitual, la lonja frutícola abrirá el 1 de junio. La principal novedad es que ha pasado a depender de la Concejalía de Agricultura del Ayuntamiento de Fraga, cuya titular es Verónica Alins.