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Las pasarelas del Caldarés no dejan indiferente a nadie

Este espectacular paso colgante discurre rodeado de naturaleza salvaje y con singulares vistas

Las pasarelas de Panticosa y el río Caldarés
Las pasarelas de Panticosa y el río Caldarés
M.P.

Recorrer los 700 metros de pasarelas sobre el Río Caldarés, en Panticosa, no deja a nadie indiferente. Este espectacular paso colgante por la propia pared del congosto es un atractivo que discurre rodeado de naturaleza salvaje y con singulares vistas sobre el propio río que ofrece una sucesión de badinas y pozas de agua.

El recorrido de aproximadamente una hora de duración y 160 metros de desnivel, incluye las pasarelas y la subida a uno de los miradores con mejores vistas de Panticosa y las montañas circundantes, el Mirador O Calvé. Todo este paseo se puede realizar de dos maneras: “Una incluye el Mirador O Calvé y son 55 minutos y otra, va por la variante del camino de As Paules y son 45 minutos”, explican desde la oficina de turismo. 

La ruta se inicia en el parquin de la Telecabina, “vas por detrás de este aparcamiento, y por el camino Las Tierras accedes al desvío que te lleva a las pasarelas”. Al acabar el recorrido de este paso, llegas a la zona de bosque y desde allí se puede subir al mirador O Calvé o volver a Panticosa por el camino As Paules.

Este mirador se encuentra en lo más alto del cerro O Calvé, a 1.270 metros de altitud, y ofrece espectaculares vistas sobre Panticosa, desde la Sierra de la Partacua hasta la de Tendeñera, valle del Río Caldarés y cimas como A Cucuraza o Punta Fazera. 

“Se puede llegar por dos caminos distintos, o bien hacer una circular subiendo por la urbanización Nievesol y regresando por el antiguo camino de As Paúles, que pasa junto a varios búnkeres de la Línea Defensiva de los Pirineos construidos tras la Guerra Civil. Ambos caminos se toman desde la entrada de la Calle el Bachato con el cruce de la calle San Miguel que es la calle principal de la localidad panticuta.

Al llegar al mirador, un gran panel informativo nos enseña la localización de los picos de mayor relevancia de la zona con unas vistas espectaculares.

La Línea P o Línea Pirineos es la obra defensiva más grande construida en Europa después de la II Guerra Mundial y es la obra de ingeniería militar más grande de España. Abarca toda la cordillera de los Pirineos, cientos de kilómetros desde el Cantábrico hasta el Mediterráneo. Está formada por miles de fortificaciones que se construyeron para vigilar y proteger la frontera con Francia y evitar así una posible invasión. 

El proyecto original contaba con entre 8.000 y 10.000 posiciones, pero solo se llegaron a terminar unas 4.000. Los trabajos comenzaron en 1944 y se prolongaron durante 15 años, aunque nunca se llegaron a terminar, de hecho, los asentamientos no se llegaron a utilizar.

El núcleo NR 107 Panticosa se estima que contó con 26 obras, aunque en la actualidad se pueden visitar algunas menos. Están situadas tanto al norte, como al sur y al este de Panticosa, y entre ellas hay puestos para ametralladoras, fusil ametrallador, ametralladoras antiaéreas, cañones anticarro y de infantería y morteros, entre otros.

Los bunkers que encontramos al llegar al mirador O Calvé son visitables. En un gran panel informativo se explica con detalle las características de estos asentamientos fortificados “que no solo se limitaban a la obra de hormigón o excavada en la roca, sino que también mediante trincheras se comunicaban con los puestos del tirador”.

Panticosa, Pueyo de Jaca y el Balneario cuentan con varios miradores. Muchos son de fácil acceso y aptos para todos los públicos, como el que acabamos de recorrer después del bonito paseo por los 700 metros de pasarelas sobre el rio Caldarés. “Recórrelos con calma y disfruta de sus paisajes y sus vistas”, aconseja el concejal José Pueyo.