Alto Gállego

CELEBRACIÓN

Misa, bendición y comida a 2.200 metros de altitud

El exterior del refugio de Respomuso acogía la tradición, que procede de la época en la que se construyó la presa

Misa celebrada junto al refugio de Respomuso el pasado 11 de agosto.
Misa celebrada junto al refugio de Respomuso el pasado 11 de agosto.
Pedro Estaún

Todos los años, en torno a la festividad de Nuestra Señora de la Nieves, se celebra una misa en el exterior del refugio de Respomuso a 2.200 metros de altitud. Este año se llevó a cabo el día 11, concelebrada por cuatro sacerdotes presididos por Miguel Ángel Domec, natural de Sallent de Gállego.  

La mayoría de los asistentes subieron caminando unas tres horas desde el embalse de la Sarra, en Sallent de Gállego. Otro grupo subió en el helicóptero que facilitaba el ayuntamiento. 

El refugio de Respomuso se encuentra en el Circo de Piedrafita (Valle de Tena), en las faldas del Balaitous (3.151 metros) y Frondiellas (3.069 y tiene como telón de fondo al Pico la Gran Fache (3.306).

En los años cincuenta del pasado siglo, el párroco de Sallent de Gállego subía muchos domingos a celebrar misa a la ermita de Nuestra Señora de las Nieves, que está cerca del refugio, a los trabajadores que construían la presa de hormigón. Finalizadas las obras, la celebración se mantuvo durante algunos años, pero tan sólo un día en el mes de agosto, aunque poco a poco la costumbre fue desapareciendo”, explicaba el sacerdote Pedro Estaún.

Asimismo, comentbaa que con la inauguración del nuevo refugio en 1991, montañeros de Sallent de Gállego y los guardas del refugio reiniciaron esta costumbre confiriéndole un estilo montañero. “Lo quisieron hacer en uno de los días próximos a la festividad de Nuestra Señora de las Nieves (5 de agosto) en los que Sallent de Gállego celebra sus fiestas patronales. También entonces se talló una imagen en madera de Nuestra Señora de las Nieves, obra de Jesús Mustienes que se guarda en el comedor del refugio. El día de la celebración esta imagen preside la ceremonia”.

El párroco de Sallent de Gállego se encarga de la celebración a la que en ocasiones también asisten otros sacerdotes.

Cuando finaliza la misa se bendice el material de montaña (cuerdas, piolets, bastones...) y acaba la jornada con una comida en el refugio.