Alto Gállego

APICULTURA

La producción de miel, marcada por la escasez de lluvias en la provincia

Azpe García lleva sus colmenas de abejas en trashumancia a tres puertos de alta montaña hasta finales de agosto

La bióloga Azpe García trabajando con las abejas que tiene en el valle de la Guarguera.
La bióloga Azpe García trabajando con las abejas que tiene en el valle de la Guarguera.
Laura Toledano

La escasez de lluvias afecta a la producción de miel. Azpe García vive en el pueblo de Artosilla, situado en pleno valle de la Guarguera, municipio de Sabiñánigo. Es bióloga y se dedica a la apicultura y a la educación medioambiental.

En Artosilla tiene sus colmenas que ahora en verano las lleva en trashumancia a tres puertos de alta montaña hasta finales de agosto.

En primavera pintaba bastante mal. Aquí el invierno fue muy seco, en febrero, marzo y abril no llovió nada y todos estábamos un poco desesperados pensando que, si esa situación seguía así, la producción de miel del año se echaba a perder. Lo cierto es que mayo fue un mes bastante fresco, aunque a principios no llovió nada, pero por lo menos las temperaturas bajaron mucho y a finales se puso a llover”. Explica que tiene como referencia la Feria de la Primavera de Biescas, el fin de semana 20 y 21 de mayo. “Ese domingo llovió y así hasta los últimos diez días de mayo y el mes de junio también, y esto nos ha salvado el año. A pesar que sigue siendo un año más seco de lo habitual, el hecho de haber tenido estas lluvias a final de primavera sí que nos ha permitido coger un poco de miel de primavera y arrancar el verano por lo menos con agua y con flor”.

La primera parte del año fue mal, comenta. La campaña de las primeras mieles, como la de romero, no se pudo hacer en las colmenas de Azpe García, pero después la situación mejoró, “y por nuestra parte estamos bastante contentos. Sí que es cierto que ahora estamos en ese punto, que es lo normal, de llegar a mitad de agosto con más temperatura, llevamos más de dos semanas sin llover, y está todo empezando a secarse, pero bueno, por lo menos, en mi caso sí que considero que el final de la primavera y el inicio del verano han sido buenos. Ahora nos queda el otoño que si ahora llueve aun podremos sacar algo de miel”.

Esta apicultora de Artosilla considera, en general, que este año no está siendo bueno para la producción de miel, “pero aquí hemos tenido la suerte que nos ha llovido un poco en junio, en otras partes no ha llovido, entonces entiendo que en otras zonas si no les ha llovido el año puede ser ruinoso”.

Azpe García argumenta que en su explotación apícola suelen hacer entre cuatro y seis cortes de miel al año, “depende mucho del manejo, y si las vas trashumando. Nosotros este año se va a quedar en dos o tres cortes, el de primavera, otro a mitad de verano, y con un poco de suerte podremos hacer otro dentro de un mes, pero para eso tiene que llover un poquito”. El año pasado la producción de miel en esta zona del Pirineo, dice, “fue catastrófica, empezamos con olas de calor en mayo, y en junio estaba todo seco. Nosotros subimos las abejas a puerto de alta montaña y en junio el prado estaba seco, el año pasado fue horrible la producción, y este sí que ira mejor, no para echar cohetes, pero mejor”.

Azpe García comercializa la miel que extrae de sus 150 colmenas con el nombre de A Redolada que significa “los alrededores” en aragonés. Y como A Redolada participa los veranos en las visitas que organiza la Comarca a productores de la zona, y además organiza sus propias visitas guiadas a su explotación apícola y sus talleres para conocer el mundo de las abejas. “En visitas y talleres, el mes de julio ha sido tranquilo, pero agosto está muy animado”.