Daniel Fañanás: “Desde las funerarias realizamos una gran labor social”

Residente en Sabiñánigo, Fañanás un enamorado de los coches y las motos. Otra de sus pasiones es la gastronomía y disfruta con platos tradicionales y de cuchara, pero no le hace asco al marisco. Su familia ha tenido desde siempre una funeraria en Sabiñánigo y él ha continuado ampliando el negocio; tiene dos en Jaca, una en Sabiñánigo y un velatorio en Panticosa y el de siempre en la localidad serrablesa y horno crematorio. Dice que no cambiaría su trabajo y que cada día intenta ser más profesional.

¿Cómo se define en una frase?

—Espontáneo y emotivo o visceral.

Diga una pasión frustrada...

—Saber bien inglés y no haber estudiado empresariales o marketing. Conforme pasa el tiempo te das cuenta de que el inglés se convierte en algo imprescindible tanto en la vida personal como profesional. Hay veces que me encuentro con ciertas limitaciones y me da rabia.

Si hablamos de deporte, ¿es más de gimnasio o de deporte al aire libre?

—Soy más de interior porque con mi trabajo tengo menos disponibilidad de horarios y me es más fácil acudir al gimnasio que practicar un deporte concreto o salir a correr a primera hora de la mañana o a última de la tarde.

M. P.

¿Quiénes son sus grandes héroes o heroínas?

—Emilio Botín, Amancio Ortega, César Alierta, referencias empresariales. Han puesto a España en el mapa. Son personas muy referentes para todos los empresarios, a quién no le gustaría ser como ellos.

Si hablamos de política, ¿se mojaría?

—No, hay que ser siempre políticamente correcto.

Si pudiera rebobinar en su vida. ¿Cambiaría algo?

—No, de lo pasado o lo malo siempre se aprende más. Como se suele decir, lo que no te mata te hace más fuerte.

¿Y de profesión?

—Me gusta lo que hago, me hace sentir útil socialmente hablando. Me gusta por lo que podemos aportar a la sociedad, en cierta medida yo diría que realizamos una labor social porque acompañamos a las familias e intentamos resolver problemas en los peores momentos. Para mí, el trabajo que hago es muy digno, me he formado para ello, cada día intentamos ser más profesionales. En mi profesión no hay dos familias ni dos casos iguales y eso te hace más profesional si realmente te gusta lo que haces, como es mi caso.

¿Cree que hay vida después de la muerte?

—Soy católico.

¿Se atrevería a confesar un secreto a nuestros lectores?

—Leo casi todos los días vía internet varias webs de periodismo. Me gusta estar informado, saber lo que ocurre día a día.

¿Qué es lo que más aprecia en los demás?

—La sinceridad, honestidad e integridad, valores que para mí son muy importantes. Y estoy orgulloso de los amigos porque mantengo a muchos de ellos desde siempre, aunque no nos veamos asiduamente.

¿Y un defecto que no soporta?

—La mentira. Con la mentira no se puede construir nada, la detesto.

¿Qué es lo que más disfruta en su tiempo libre?

—Conducir. Cuando tengo un día libre o cuatro días de vacaciones cojo el coche y desaparezco. No me importa hacer kilómetros, conducir me hace sentir en libertad.

En un menú con dos platos: Lentejas y ostras, ¿qué elige?

—Las lentejas alimentan más. Me gustan mucho los platos de cuchara y más ahora que estamos en el tiempo, en invierno apetecen más, pero a unas ostras no digo nunca que no.

¿Con qué se queda: moto, coche…?

—En primavera y otoño, prefiero moto. En estas épocas la temperatura es ideal, ni mucho frío ni mucho calor, es una gozada ir en moto. Recuerdo que mi tío me enseñó a llevar moto con 15 años, era una Montesa de marchas. Con 17 años me saqué el carnet para llevar moto de 125cc, y a los cinco días de cumplir los 18 años ya tenía el carnet de conducir.

¿Y en invierno y verano?

—Me quedo con el coche. En verano para ir en moto hace mucho calor y en invierno mucho frío, el tiempo en esta zona del Pirineo es el que es, ya lo sabemos, en invierno no cojo la moto.

¿Qué desearía ver en el futuro?

—Paz y seguridad ciudadana, no en todos los sitios te sientes tan tranquilo y seguro como aquí, en Sabiñánigo.

¿Qué le pide a la vida?

—Salud, esperanza, paciencia y no perder nunca el espíritu de juventud, eso le pido.