Alto Gállego

DESARROLLO

Sabiñánigo se vuelca en la acogida de más de 200 migrantes desde octubre

La estancia en el albergue Pirenarium es de tres meses cuando llegan a España y luego tienen que
buscar la manera de vivir con el permiso de residencia

Taller de español por alumnos IES San Alberto Magno a migrantes en Pirenarium.
Taller de español por alumnos IES San Alberto Magno a migrantes en Pirenarium.
S. E.

El albergue Pirenarium de Sabiñánigo ha albergado a más de 200 migrantes desde el pasado octubre, este viernes había 174. Esos chavales al cumplir los tres meses de estancia aquí tienen que abandonar el albergue al finalizar el programa de emergencia al que se acogen cuando llegan a España. A Sabiñánigo vienen con la Fundación Apip Acam, que colabora con el Ministerio en la acogida de migrantes. Al terminar este programa tienen que buscar la manera de vivir con el permiso de residencia y a la espera del permiso de trabajo.

Uno de estos chavales, Ousmane Niang de Senegal, tiene que dejar este lunes el albergue, como otros, y no sabe qué hacer con su vida. De momento se queda en acogida con una vecina de la zona. “Salí de mi país porque tenía necesidad de alejarme de allí y tener una vida propia”, ha comentado. En Sabiñánigo se ha sentido muy bien acogido “por la gente del fútbol, los alumnos y profesores del instituto, por la plataforma de refugiados. Me gustaría quedarme en Sabiñánigo o cerca”.

No tiene claro su futuro más inmediato, ni siquiera sabe que va a pasar la semana que viene. En Senegal estudiaba logística en la Universidad, trabajaba y jugaba al fútbol (el deporte que más le gusta). “Mi familia es muy grande y el salario de mi trabajo no era suficiente para ayudar a mi familia y esta es la razón por la que he venido. En España me gustaría poder formarme para trabajar en lo que sea”, ha explicado.

Ousmane Niang (derecha) vino a España en busca de 
un futuro mejor que el que le esperaba en Senegal.
Ousmane Niang (derecha) vino a España en busca de un futuro mejor que el que le esperaba en Senegal.
S. E.

Se emociona al hablar del trayecto hasta España en un cayuco con 250 migrantes hasta la isla de Hierro. “Intente venir antes pero no salió bien el viaje y en esta ocasión fue mejor”. Ousmane es optimista y cree en un futuro mejor que el que le esperaba en Senegal. Ahora tendrá que esperar unos meses para obtener un permiso de trabajo. Son demasiadas las peticiones que se acumulan en los despachos de Extranjería, y sabe que tendrá que esperar. “Voy a esperar, no quiero volver”.

La alcaldesa de Sabiñánigo, Berta Fernández, ha destacado a este diario “la acogida que ha tenido toda la localidad con estos migrantes y el apoyo que desde el ayuntamiento hemos intentado dar en las cuestiones que nos han requerido”.

Caritas Sabiñánigo prestó su ayuda desde el primer momento y participó en reuniones que con comarca, ayuntamiento y fundación Apip Acam. “Nos dijeron que todas las necesidades de estos migrantes están cubiertas por Apip Acam, tienen financiación del Gobierno. Nosotros hemos ayudado puntualmente cuando ha habido alguna necesidad con estas personas. Tenemos un ropero con capacidad limitada”, ha comentado el presidente de Cáritas Sabiñánigo, Ramón Botín.

Los jueves juegan al fútbol dos horas en el campo Joaquín Ascaso de Sabiñánigo.
Los jueves juegan al fútbol dos horas en el campo Joaquín Ascaso de Sabiñánigo.
M. P.

La Plataforma Pro-Refugiados Alto Aragón a través de voluntariado ha hecho un seguimiento de la situación de estos chicos, ha organizado clases de español, actividades de ocio y tiempo libre, recogida de ropa y material, asesoramiento y acompañamiento legal para poder tramitar toda la documentación…, pero el programa de emergencia se acaba y estos chavales tienen que irse de Pirenarium. “Estamos hablando de personas, de chicos muy jóvenes en este caso, y no pueden ser abandonados a su suerte”.

El subdelegado del Gobierno en Huesca, Carlos Campo, ha explicado que se trabaja sobre el protocolo establecido por el Ministerio de Inclusión para acoger a los migrantes dentro de la red estatal, “siguiendo un modelo que organiza los recursos habitacionales por todo el territorio de manera integral y flexible, sin dejar fuera a ninguna persona, sean solicitantes o beneficiarios de protección internacional o temporal. La red de acogida del Ministerio no deja a nadie vulnerable en situación de calle y se estudian caso por caso todas las situaciones para conocer sus situaciones inmediatas y para saber qué pasará en un futuro”.

El subdelegado agradece “el trabajo conjunto que se está haciendo entre todas las administraciones bajo la supervisión del Ministerio de Inclusión, y especialmente la colaboración de los ayuntamientos y las entidades sociales”.