Celia Elfau: “La Cámara es como una atalaya, la notaria del desarrollo de la provincia”

Para la secretaria general de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Servicios de la Provincia de Huesca, su organización es “como una atalaya, la notaria del desarrollo económico de la provincia”. Con motivo de su 125 aniversario, Celia Elfau reflexiona sobre el pasado, presente y futuro de una institución que vive importantes desafíos, como el reto tecnológico o el cierre de empresas. Sobre esta última cuestión, Elfau considera que “las pymes necesitan menos cargas burocráticas y más facilidades para acceder al crédito”.

¿Qué pide para la Cámara de Comercio de Huesca en su 125 cumpleaños?

—Pido salud y amor, lo que anhelo siempre para mis seres más queridos. La salud pensando en unos órganos de gobierno como los que hemos tenido hasta el momento, responsables y comprometidos, y en un equipo de personas estupendas con las que es un lujo trabajar. El amor, que se traduce en el respeto de las empresas y de la sociedad, es lo máximo a lo que podemos aspirar. Pero también más cosas: paz, estabilidad normativa para que las empresas puedan desarrollar su actividad con más seguridad jurídica, un acuerdo o pacto general en el tema fundamental de la educación y el fortalecimiento de la Unión Europea.

¿Qué momentos destaca de estos 125 años de historia?

—Son muchos. La vida de la Cámara ha sido una experiencia vital muy enriquecedora; es como una atalaya, la notaria del desarrollo económico de la provincia. La supresión de nuestra principal fuente de financiación en el año 2010 nos dejó casi desnudos a la intemperie, sufrimos mucho en ese momento, pero esto curte, nos sirvió para salir reforzados, para reinventarnos, para ser más eficientes, más creativos, más solidarios… También destacaría en el año 2019 la obtención del Sello Bronce “Excelencia Empresarial” porque confirmó que íbamos por el buen camino en ese compromiso que habíamos iniciado en el año 2016 con el autodiagnóstico EFQM hacia la excelencia de la corporación.

¿Cómo funciona el engranaje de la institución?

—Funciona muy bien, pero es delicado y allí reside su grandeza. Tenemos que tener en cuenta que la Cámara deber ser el reflejo de la diversidad y riqueza empresarial de la provincia, de ahí que en el Pleno de la Cámara haya una representación de todos los sectores económicos de acuerdo con su peso en la actividad global estructurándose en 11 grupos electorales; pero además buscando siempre también la representación de las 10 comarcas. Al frente contamos con un Presidente que conoce el territorio como nadie y al que le gustan los logros de forma callada.

¿En qué proyectos están inmersos en la actualidad?

—Además de las acciones incluidas en los Planes Camerales de Internacionalización y Competitividad, estamos trabajando en proyectos muy interesantes como el Kit Digital, la Oficina Acelera Pyme, la formación, la constitución de la Comunidad Energética Toda Huesca y el Hub Turístico con participación de todos los agentes del sector.

¿Qué papel tiene su organización ante los retos tecnológicos, la inteligencia artificial y la digitalización de las empresas?

—La Cámara intenta ser un referente aspirando a predicar con el ejemplo; no podemos decir a otros lo que tienen que hacer si no lo hacemos nosotros primero. Y allí estamos en formación permanente para abrir camino sobre todo para las pymes y también formando. El avance de la inteligencia artificial es exponencial y debemos aprovechar su potencial utilizándola e incorporándola a nuestras dinámicas de trabajo porque nos puede ser muy útil, pero sin perder de vista sus riesgos como la colisión con la privacidad del consumidor por lo que es muy importante la regulación.

¿Cómo apoya la Cámara el emprendimiento local?

—Con una red de agentes en el territorio y con sólidas relaciones de colaboración con las asociaciones empresariales y con las administraciones locales, esto es, Ayuntamientos y Comarcas.

Por último, ¿a qué desafíos se enfrentan?

—Es preocupante el cierre de empresas, como sabemos, son el pilar de la economía; la prensa de estos días se hacía eco de la desaparición el año pasado de unas 5.500 microempresas en Aragón. Esto nos tiene que hacer reflexionar, ¿queremos una economía protagonizada en exclusiva por grandes empresas? Las pymes necesitan menos cargas burocráticas y más facilidades para acceder al crédito.