La helada merma a la mitad la producción frutícola del Bajo Cinca

Los fruticultores de la comarca del Bajo Cinca, principalmente de la zona alta del territorio, están comprobando que la del pasado fin de semana no fue una “helada al uso”, ya que conforme van evaluando los daños en los árboles comprueban el alcance de las pérdidas. De momento, se estima que la cosecha de fruta de hueso se reducirá un 50% debido a las bajas temperaturas, de varios grados bajo cero, que se registraron durante las noches del pasado fin de semana, según confirmó ayer a este periódico Óscar Moret, responsable de Fruta Dulce de Uaga.

Este porcentaje supondrá una caída de la producción frutícola en el Bajo Cinca en unos 100 millones de kilos.

Este fruticultor, que explicó que en la zona están habituados a heladas en primavera, aseguró que la del pasado fin de semana no es de las habituales y “se puede dar cada 20 años”.

Las especies más afectadas han sido albaricoque, melocotón y nectarina, y en menor medida cereza. Al respecto, no dudó en afirmar que este año “en la zona del Bajo Cinca, albaricoques se van a coger pocos”. “En Mequinenza, que hay mucha cereza, ha hecho menos frío, así como en Torrente, pero la cereza tardía de Albalate o zonas de Belver se ha hundido”, afirmó Moret.

Los términos municipales más castigados por este hielo han sido los de Albalate de Cinca, Belver de Cinca y Fraga, ya que “conforme vamos bajando el valle, la afección es menor”.

Moret incidió en que “es una barbaridad, no pensábamos que iba a ser tan importante”, al tiempo que destacó que en el término de Belver hay fincas con afecciones que alcanzan al 80-90% de los frutales, “incluso alguna el 100%.

Explicó que siguen evaluando los daños “porque peritar esto es bastante complicado”. “Ahora -prosiguió- estamos recopilando datos para que la gente que tiene seguro vaya dando parte a Agroseguro”. Por todo ello, Moret no dudó en asegurar que “la situación es bastante preocupante”, porque -lamentó- “esta vez sí que ha venido el lobo” y se “ha producido la tormenta perfecta, ya que esta merma en la producción “va a ser una crisis dentro de otra crisis”.