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Jara Pascual: “Las mujeres piensan más en obra social que en impacto económico”

De Zaidín y residente en Ámsterdam, asesora en Bruselas a la Comisión Europea acerca de políticas de innovación

Jara Pascual durante una conferencia en el Parlamento Europeo.
Jara Pascual durante una conferencia en el Parlamento Europeo.
S.E.

Los últimos años de Jara Pascual (Zaidín, 1980) han estado dedicados a acabar con la brecha de género. Desde que escuchó en una conferencia que “solo el 30% de los emprendedores son mujeres”, y que sus proyectos tan solo “perciben el 2% de la financiación” total no bancaria -cifra que “ha bajado al 1% durante la pandemia”-, organiza debates para concienciar sobre esta deplorable realidad.

Estas conferencias no se desarrollan en cualquier escenario; el Parlamento Europeo, institución en la que Jara ingresó en 2019, ha acogido hasta ahora los foros.

Ingeniera de telecomunicaciones de profesión y afincada en Ámsterdam desde hace varios años, fundó Collabwith, un espacio que pone en contacto a universidades, empresas e inversores. Pero en el seno de la política comunitaria recaló gracias a la publicación de un libro que ponía de manifiesto la poca colaboración entre el mundo de la universidad y el de la empresa privada debido a la falta de incentivos.

Esto la hizo recalar en la sede parlamentaria donde asesora a la Comisión Europea en la creación de nuevas políticas de innovación. Además, es miembro del consejo de administración de Knowledge4Innovation Forum, una entidad europea que lucha por “hacer realidad el Espacio Europeo de Innovación”. Tras su llegada a la Eurocámara y establecer su caballo de batalla en la brecha de género entre los proyectos de hombres y mujeres, Jara lamenta que “falta investigación en temas de mujeres”.

Uno de los temas de estudio que propone es dar explicación a “la diferencia en el pensamiento de hombres y mujeres” en el ámbito inversor. “Las mujeres piensan más en sostenibilidad y obra social que en el impacto económico que puede tener un proyecto”, opina tras analizar el comportamiento de sus colegas varones.

“Muchas mujeres dicen que ellas no solo quieren ganar dinero, sino que también quieren salvar el planeta, llevar a cabo proyectos que contribuyan a mejorar la sociedad”, insiste la inversora bajocinqueña a la vez que exige métricas que cuantifiquen estos impactos que se alejan del terreno pecuniario.

Por esta razón Jara expone que “muchos inversores se quejan de que las mujeres no hablan tanto de dinero”.

Respecto a la brecha financiera que se da entre los proyectos de hombres y mujeres, la inversora zaidinense sostiene que una de las principales causas es que “la mayor parte de los inversores son hombres”: “Es un mundo de hombres y hecho para hombres, además de tener unas redes muy cerradas… Quien conoce a inversores, conoce a inversores, y ya está. Son redes microscópicas de amigos de amigos y solo puedes acceder si eres súper amigo de alguien”.

Y la clase social también juega su papel: “¿Quién está hablando en la mesa de inversiones y de finanzas? Muy poca gente. Al final, quien tiene el dinero es la élite, y lo da a la élite que conoce. No hay más”. Por ello, Jara defiende que, pese a que también hay que abrir las redes, “hay que educar en finanzas en las escuelas”.

Por otra parte sostiene convencida que la falta de inversoras redunda en la falta de inversión en mujeres: “Recuerdo un proyecto que consistía en una página web para alquilar baby-sitters online. Pues un inversor dijo: ‘¿Para qué quiere mi mujer una canguro?’. Fue surrealista. Una mujer diría: ‘¡Sí, por Dios, vamos a invertir!’”.

Además, hace referencia a los roles “muy tradicionales” de sus compañeros: “No ven a una mujer que sea capaz de llevar a una empresa. Hay mucho machismo”, comenta, añadiendo que, “si en el ámbito empresarial hay mucho machismo, a nivel financiero hay mil millones más de machismo”.

La brecha de género en las inversiones también se ve amplificada por el hecho de que “hay muy pocas mujeres inversoras que tengan gran capital, que sean millonarias”.

Pero Jara apunta a que todo son “datos difusos, no hay claridad” en el mundo de las inversiones porque “no hay datos, faltan datos de investigación de este tema. No hay datos. Nadie ha invertido para que se investigue este tema o haya estadísticas de género”.

“Ahora nos han aprobado el proyecto piloto de datos que hemos presentado en el Parlamento y ahora lo ha aprobado la Comisión, y el año que viene saldrá a propuesta”, explica. De este modo, “habrá datos para hacer buenas políticas, porque los datos faltan incluso para llevar a cabo buenas políticas”.

Para concluir, Jara critica que esta brecha está relacionada con la crisis climática: “Ambos temas están relacionados. Son la consecuencia final de un mismo sistema imperfecto”.