#SOYDELALTOARAGÓN
Un activo tejido asociativo con iniciativas para todas las inquietudes y edades
Desde las Amas de Casa a la Cofradía, Zaidín se mueve al ritmo de sus entidades sociales
La gala de este miércoles será conducida por Chus Sánchez, periodista de DIARIO DEL ALTOARAGÓN. Será ella también la que se siente a dialogar con los representantes del rico tejido asociativo de la localidad bajocinqueña. Por un lado, participará Mari Carmen Oliet, presidenta de la Asociación Branquil; Carlos Seuma, presidente de la Comisión de Fiestas; y Mari Carmen Labrador, de la Asociación de Amas de Casa.
Las Amas de Casa, inagotables
En Zaidín no hay mes en el que la Asociación de Amas de Casa no organice una actividad. “Empezamos el curso en septiembre celebrando asamblea y junta, y ya se ponen en marcha los talleres”, indica Mari Labrador, su presidenta.
Algunas de estas propuestas congregan a gran número de asistentes, y detalla, “a Zumba este año se han apuntado 17 personas y al taller de limpieza facial acudieron 67 mujeres”.
Hasta ahora ya han celebrado “la castañada, una turronada y también un taller de decoración de pastas y, en Navidad, gustó mucho la búsqueda del Tronc de Nadal”. “Cada familia traía su tronco y nosotros los escondimos e hicimos yincana para que los buscaran y hubo más de 100 críos apuntados”, detalla.
Integrada por 297 socias de todas las edades, la celebración de Santa Águeda es una de las citas más concurridas que este año reunió “a 97 mujeres en la cena y fue todo un exitazo”. Mari y su equipo buscan “innovar en las propuestas” y ya están preparando nuevas actividades, las próximas el 8 de marzo.
Estirando el presupuesto
Carlos Seuma, concejal de fiestas de Zaidín, cuenta con tan solo “100.00 euros” para realizar el amplio calendario de actividades y fiestas de la localidad y mira con lupa cada euro invertido para hacer la mayor cantidad de actos que sea posible.
La agenda se inaugura el 17 de enero con San Antón. “Es la fiesta de invierno y hacemos la hoguera con reparto de viandas a los asistentes y subimos a la ermita donde se dan bollos, y también hay verbena”, detalla.
Después llega carnaval, indica, “con actividades infantiles por la tarde y por la noche de mayores”. “Además -dice- hubo premios y rifa”. Una cita en la que, añade, “los mozos entrantes desfilan en las carrozas”.
En verano también se realizan actividades en la piscina.
Uno de los momentos más esperado siempre es la presentación de mozos (chicos y chicas) que “se celebra en la plaza de la iglesia y después es costumbre realizar una cena a la que asistían unas 400 personas, pero el año pasado se optó por un cóctel al aire libre -que ofreció el ayuntamiento- porque todavía estaba muy presente el covid”.
Esta cita sirve de preludio para el día grande Zaidín. “La fiesta de la Asunción es el 15 de agosto” y además de la misa, apunta, hacen sesiones de baile. “Pero es complicado contar una buena orquesta con poco presupuesto. Si gastamos poco no gustan, pero si gastamos mucho luego hay quejas porque el dinero no da para otras actividades”. Y matiza, que intentan “llegar a todos los públicos organizando otros actos para niños y mayores”.
Seuma agrede la colaboración de “vecinos, comercios y empresas que cada año participan en la elaboración del libro de fiestas”, un dinero que destinan “a premios”.
A final de año llegan los actos de Halloween y Navidad.
Socios de todas las edades
En 1983 nació la Asociación Branquil y en la actualidad, tras unos años de parón, se ha vuelto a activar con más fuerza y sus 540 socios disfrutan de todo tipo de actividades que, como indica Mari Carmen Oliet, su presidenta, “dan mucha vidilla a un pueblo pequeño”.
Entre sus propuestas figuran “caminatas, excursiones, cursos de baile o ajedrez, dar apoyo a la Milla de Zaidín y ofrecer ayuda en cualquier evento” en el que les pidan colaboración y -apunta- aún están “recuperando otras que se dejaron de hacer por la pandemia”.
Cuentan con socios de “todas las edades, incluso niños, y hay familias completas”, y tratan de “tocar muchos los hilos para contentar a todos”.
Recién estrenada en el cargo, valora la importancia “de dinamizar la vida de la localidad” y destaca el gran tejido asociativo de Zaidín porque, argumenta, “entre unos y otros ofrecemos muchas propuestas” .
De lo religioso a lo social
Zaidín tiene una larga tradición cofrade, “que se remonta a los siglos XV y XVI” y durante años han coexistido dos cofradías que en 2021 decidieron unificarse dando lugar a la nueva cofradía del Santísimo Cristo Crucificado y de Sagrado Corazón, una decisión que su secretario, Alberto Serés, dice que se tomó “para hacer algo en común, uniendo a los más de 200 integrantes de cada una de ellas buscando darle a los actos un toque más social”.
Al mismo tiempo, han trabajado con el objetivo de “hacer llegar los actos litúrgicos al pueblo, es decir acercar a todos la tradición católica y darle a la vez lustro y solemnidad”.
Además, no han dejado de colaborar con entidades como Cáritas y prestar su ayuda cuando son requeridos.
Ya dedicados a los preparativos de la Semana Santa, están valorando mejoras en esta cita del Viernes Santo, en la que como cada año el Santo Entierro recorrerá las calles de la ciudad con los pasos de La Magdalena, La Dolorosa y el Santísimo Cristo, que en 2023 incluirá “recuperar con el mismo diseño los escapularios que lucían los cofrades a principios del pasado siglo”.
Respecto a esta cita que “reúne a gente del pueblo, visitantes y otros oriundos de la localidad que regresan aprovechando los días festivos”, toda la cofradía se ha propuesto que “las procesiones no se vean como algo únicamente religioso sino que tengan un carácter cultural y social”.
También están puliendo detalles para “darle valor a esta tradición y que todo se desarrolle a la perfección y con mucho respeto”.
Entre sus proyectos figuran además “volver a celebrar el Calvario que subía a la ermita en la mañana de Viernes Santo y recuperar el grupo de tambores en la procesión”.
