Bajo Cinca

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Reciclajes del Bajo Cinca, de residuo a fertilizante

Procesa unas 60.000 toneladas de resto orgánico para obtener 20.000 de compost

Panorámica de la planta de Reciclajes del Bajo Cinca, instalada en el término municipal de Zaidín.
Panorámica de la planta de Reciclajes del Bajo Cinca, instalada en el término municipal de Zaidín.
R.B.C.

Reciclajes del Bajo Cinca es una empresa que transforma residuos orgánicos, mediante compostaje, en fertilizante orgánico, parte del cual sale de la planta de Zaidín con el sello de ecológico.

La planta está operativa desde 2007, cuando la empresa matriz, con sede en Alguaire (Lérida) desde hace 25 años, decidió abrir otro centro en Aragón, explica su gerente, Abel Torrelles.

Varios fueron los motivos que les llevaron a elegir Zaidín, entre ellos su ubicación, que les permite que tanto los residuos que entran en la planta como el fertilizante que sale no tengan que recorrer muchos kilómetros. Los residuos proceden, a día de hoy, “desde una industria de zumo de Fraga hasta de bares de Puerto Venecia o una fábrica de comida en Lérida”, y también reciben lodos de depuradoras urbanas de Cataluña (que no pueden ir a campo). El fertilizante que se obtiene en Reciclajes del Bajo Cinca es siempre en polvo y la mayoría de los clientes son de Aragón, aunque “una parte muy importante del ecológico se va fuera de España”. La planta, con cuatro trabajadores, tiene una capacidad de producción de 100.000 toneladas, pero “por procesos y espacio” están gestionando “unas 60.000 toneladas de residuos orgánicos al año que se convierten en unas 20.000 de compost”, detalla Abel Torrelles.