Camionero juzgado en Huesca: "Llevé a cabo la maniobra más desafortunada de mi vida"

Al término de su testimonio, el camionero ha pedido perdón por el daño causado a los familiares y víctimas, incidiendo en que “nadie querría verse en esta situación”. La Audiencia Provincial de Huesca ha dejado este miércoles visto para sentencia el juicio por el triple accidente mortal ocurrido el 3 de septiembre de 2020, cuando un matrimonio de Huesca y su hija de 17 años resultaron fallecidos en un choque frontal en la A-131 a su paso por el término municipal de Chalamera.

El fiscal ha solicitado para el acusado una condena de cuatro años de prisión por tres delitos de homicidio imprudente, penas que los letrados de la acusación en representación de las familias de los fallecidos elevaron a seis años, ya que las pruebas arrojan que “no mantenía ni la velocidad ni la distancia adecuada”.

Por su parte, la defensa reclamó la absolución o una condena por imprudencia menos grave, un delito castigado con pena de multa de tres a 18 meses, al advertir que el camionero actuó ante una maniobra “inesperada” del vehículo que se encontraba delante antes del choque.

Huellas de frenado

Según los datos del tacógrafo, la colisión se produjo a las 16:13 horas. El camionero conducía a 88 kilómetros a la hora en un tramo con limitación a 80. Las condiciones eran óptimas en cuanto al tráfico y la visibilidad, en un día claro. En la recta a la salida del pueblo, topó con una furgoneta, cuyo conductor ha aducido en su declaración que “dio los intermitentes y, para no ser embestido, se incorporó a la derecha donde había la salida a un camino”.

El testimonio lo ha corroborado un trabajador del campo que ha certificado que el camión iba “pegado”. El camionero, por su parte, ha afirmado que se sorprendió con “dicha maniobra” y ocupó el carril contrario, provocando el choque.

A los pocos minutos, una patrulla de la Guardia Civil se personó en el lugar del accidente, certificando la muerte en el acto del matrimonio, mientras que la menor aún tenía constantes vitales, pero lesiones incompatibles con la vida. Algo que también ha reseñado el médico forense.

En el atestado, los agentes incidieron en las huellas de frenado sobre la vía, indicios de que no respetaba la distancia.