Bajo Cinca

TRADICIONES

Fraga rompe todas las previsiones con 2.000 personas ataviadas con el traje típico

El Día de La Faldeta vive su jornada más multitudinaria en una jornada marcada por el sol y la afluencia de visitantes

Los novios, David Montull y Laia Silvestre, a la salida de la iglesia.
Los novios, David Montull y Laia Silvestre, a la salida de la iglesia.
A. S.

Fraga ha vuelto a superarse. Si en 2022 el Día de La Faldeta se catalogó de histórico al salir a las calles más de 1.500 personas engalanadas con el traje típico, esta edición ha roto todas las expectativas. En las previas de la jornada de este domingo se calculaba que alrededor de 1.200 fragatinos y fragatinas lucirían sus vestimentas tradicionales, pero finalmente fueron más de 2.000.

La fiesta ha vuelto a girar en torno a la boda fragatina, cuyos novios estuvieron representados por David Montull, de ca’l Cantadó, y Laia Silvestre, de ca’l Petit de Nadal. La pareja, junto con toda la comitiva nupcial, ha dado comienzo a esta Fiesta de Interés Turístico Nacional con el acto ‘Vestim als Novios’, en la que ambos han ido ataviados con los ropajes de época para después iniciar el desfile.

Mujeres vestidas de 'jaies' (yayas), con el traje de luto.
Mujeres vestidas de 'jaies' (yayas), con el traje de luto.
A. S.

Más de 1.500 personas han marchado desde los jardines Juan Carlos I hasta la iglesia de San Pedro, cruzando el río Cinca por el puente pequeño y, ya en el Casco Histórico, pasando por las estampas típicas. En esta ocasión se han montado once de estos puestos -uno más que el pasado año- que han estado dedicados a actividades y escenas típicas de antaño, como les ‘encaixonadores’ (las mujeres que antaño encajonaban los típicos higos secos), el mondongo o juegos tradicionales.

Imagen del desfile.
Imagen del desfile.
A. S.

La Rondalla de Peña Fragatina y la Rondalla Amigos del Folklore del Bajo Cinca han encargado de amenizar la extensa hilera de personas vestidas de faldetes y valons. Encabezando la expedición estaba este primer grupo musical y, tras ellos, los niños y niñas que portaban las arras, los novios y sus acompañantes, las autoridades municipales y comarcales, ‘les jaies’ vestidas de duelo y una multitud de fragatinos y fragatinas.

El ambiente multitudinario se reflejó en las terrazas de los bares del Casco Histórico.
El ambiente multitudinario se reflejó en las terrazas de los bares del Casco Histórico.
A. S.

Mientras unos presenciaban la recreación de la Boda fragatina de Miquel Viladrich, otros muchos han disfrutado de una espléndida jornada de sol en las terrazas de los bares y en las barras dispuestas en distintos puntos de la zona antigua de la ciudad. A los vecinos de Fraga se han sumado cientos de visitantes, que han podido disfrutar de las distintas visitas guiadas que ofrecía la Oficina de Turismo.