La limpieza del barranco de Valsalada en Ballobar evita el desbordamiento por las lluvias

La abundante tromba caída durante la jornada del domingo provocó una fuerte y súbita crecida del caudal del barranco de la Valsalada en Ballobar. Los vecinos que se acercaron al torrente que atraviesa el núcleo de la localidad pudieron observar cómo su nivel aumentaba abruptamente en cuestión de segundos.

En el municipio apenas cayeron, según datos de Aemet, algo más de 5 litros por metro cuadrado. Sin embargo, según el pluviómetro de la CHE, la precipitación dejó 72 litros en el embalse de Valdepatao, situado entre las poblaciones de Ballobar, Ontiñena y Candasnos. Estas lluvias aparentemente fueron a parar al cauce de una Valsalada que transcurría prácticamente seca hasta entonces, provocando una crecida que llegó alrededor de las 19:30 horas a la localidad.

Según la alcaldesa de Ballobar, Esther Saló, el ayuntamiento había acometido labores de limpieza en el barranco hacía sólo un par de semanas, lo que impidió que la avenida desbordara el cauce. “Al estar libre de vegetación, la fuerza del agua va más rápido, pero al estar limpio discurre sin que suba el nivel, desborde y haya que cortar la carretera o afecte a casas y garajes”, explicó la edil.

Asimismo, Saló detalló que, de haber rebosado el cauce, se habrían visto afectadas la calle de Barrio Nuevo y la avenida Autonomía, por donde la Valsalada cruza el municipio, así como la carretera provincial HU-V-8601 que conecta el pueblo con Candasnos.

Consecuentemente, con esta crecida se vieron favorecidas las aguas del Alcanadre, que a su paso Ballobar llegó a transportar más de 61 metros cúbicos por segundo cuando en los días previos apenas llevaba tres.