Bajo Cinca

INVESTIGACIÓN

El vecino de Ontiñena acusado de agredir a su mujer dice que “no la tocó y que tropezó”

La abogada pedirá su puesta en libertad al asegurar que no existe riesgo de fuga

Municipio de Ontiñena
Municipio de Ontiñena
Ayuntamiento de Ontiñena

El vecino de Ontiñena en prisión tras haber sido detenido en las inmediaciones del Hospital Arnau Vilanova de Lérida como presunto autor de la agresión a su mujer la tarde del pasado 21 de enero “mantiene que él no la tocó y que ella se tropezó”. 

Así lo afirma su abogada, Rocío Notívoli, que participó el pasado miércoles junto a su cliente durante dos horas y media, en la reconstrucción de los hechos, que tuvieron lugar en su casa de la localidad bajocinqueña en la presencia de la comisión judicial y agentes de la Policía Judicial. La mujer tuvo que ser ingresada en el citado centro hospitalario en estado crítico, donde aún permanece en situación grave, aunque según Notívoli ha salido ya de la UVI.

Según ha explicado la letrada, su cliente llamó al número de emergencias del 061 después de que la mujer se diera un golpe contra una mesa pequeña que había en la cocina. “Se da con la nuca y cae al suelo. Él llama al 061 porque ella empieza a vomitar. Le sale bastante sangre”. Desde allí, “le explican cómo debe actuar y se muestra colaborador en todo momento. No es consciente de la gravedad de lo que ha pasado”, añade la abogada. Reconoce así que la mujer no se encuentra en buen estado de salud y achaca las lesiones sufridas y que la mantuvieron varios días en la UVI, a la posible formación de un coágulo tras la caída. “Las secuelas que le van a quedar van a ser importantes y sigue en riesgo”, afirma.

Notívoli incide a su vez en que el hombre “no tiene ningún tipo de antecedentes” y que en los 30 años que llevaban juntos ella había pasado por una enfermedad y él había estado a su lado. Los vecinos le tienen además, añade, por una persona “súper pacífica”. Alega además que la mujer “tiene una patología en el pie que le hace ser más propensa a las caídas”, algo que acreditará con los informes del centro hospitalario. “Por esta patología que tenía, las zapatillas que le habían recomendado para estar en casa eran abiertas por detrás y con plataforma, que pese a que sean buenas para el pie, generan mucha más inestabilidad, también eso ayuda a que diera un traspiés, porque la distancia desde la silla hasta la mesita es muy poca, aproximadamente dos metros. Es una cocina normal y pequeña”, afirma la abogada defensora.

Incide, por otra parte, en que su cliente, “aunque se acuerda de la reconstrucción y recuerde perfectamente que no la empujó, tampoco puede recordar con claridad lo que pasó”. En este sentido, relata que la cocina se alumbraba con una vela para ahorrar energía porque ella lo quería así, “por lo tanto, la visibilidad era prácticamente nula”, por lo que “pudo haber cualquier otro factor externo con el cual se pudo tropezar ella que no se haya visto, que no lo vieran porque no se dieron cuenta”. Relata además que él debió pedirle a la mujer un beso y que ella, al estar enfadados, se echó para atrás y tropezó.

“También me parece importante, continúa la abogada, que ellos tienen un perro y un gato. El perro, cuando ellos terminan de cenar, se pone nervioso, porque siempre después de cenar le abren la puerta para que salga y también debía estar correteando porque la puerta de la cocina estaba entreabierta”, comenta también la abogada. Añade además que el hombre “se quedó limpiando porque no era consciente de las lesiones en un primer momento y había vómito y sangre”, tras lo que acudió al hospital. Asegura que una persona con intención de huir no actúa de esta forma y que incluso se dirigió al hospital “con las gafas de ella” porque no sabía cuánto tiempo iba a estar, junto a una “bolsita con muda”.

La abogada solicitará así la libertad para su cliente ya que él “no tiene que estar en prisión porque no existe ningún tipo de riesgo de fuga”, así como tampoco de destrucción de pruebas, al haberse realizado ya la reconstrucción de los hechos.