Cinca Medio

LA ENTREVISTA

Carlota Escutia: “Tenemos el reto como sociedad de ralentizar el cambio climático”

La investigadora científica, natural de Monzón, logra el Premio Jaume I al Medio Ambiente

La investigadora científica Carlota Escutia, natural de Monzón, logra el Premio Jaume I al Medio Ambiente
La investigadora científica Carlota Escutia, natural de Monzón, logra el Premio Jaume I al Medio Ambiente
S. E.

La geóloga e investigadora montisonense, doctora en Ciencias del Mar, Carlota Escutia, ha sido reconocida con el premio Rey Jaime I de Medio Ambiente por sus contribuciones pioneras en la comprensión de las condiciones ambientales cambiantes en los mantos de hielos antárticos, el océano austral y la biota y su impacto en el sistema climático global, así lo ha decidido un jurado compuesto por 21 premios Nobel.

Se trata de uno de los galardones con mayor dotación económica, 100.000 euros, que servirán para dar un impulso a la investigación, tal y como explica la investigadora a este periódico. “La intención, -advierte-, es que ayude a crear nuevos contratos de jóvenes investigadores y a partidas de investigación difícilmente justificables, por los proyectos que tenemos porque implican mucha ganancia pero mucho riesgo”. Escutia ha recibido este premio como “un empujón que te motiva para seguir trabajando y motiva también al grupo, es una alegría, hace mucha ilusión y me siento muy honrada y agradecida”.

Esta montisonense, cuyos estudios en geología la llevaron a investigar el mar y los casquetes polares, comenta que esta “investigación trata del cambio climático global del pasado, pero nace en el contexto del calentamiento global actual”. Y es que revela que era “muy difícil predecir el futuro porque los datos de los registros son muy recientes y en esos años no hemos sufrido condiciones como las que se proyectan, así que allí entra la investigación del clima del pasado, el paleoclima para obtener datos”. 

De este modo, aclara que “cuando quieres transportarte a épocas en el pasado que tengan condiciones como a las que nos enfrentaremos dentro de poco, es decir, con unas concentraciones atmosféricas de CO2 como las que tenemos ahora pero con temperaturas más elevadas, tienes que mirar lo que ocurrió hace tres millones de años y para llegar empleamos los sedimentos del subsuelo marino que, cuanto más profundo llegas, más atrás en el tiempo nos vamos”.

“Transportándonos a los tres millones de años atrás, hemos visto que, aunque han cambiado muchas cosas, se puede entender el impacto de estos cambios ambientales en los mantos de hielo, cómo se han derretido, de qué parte, en cuánto tiempo y cómo ha afectado al nivel de mar global y sus efectos en la circulación oceánica”, además, añade, “hacen hincapié en saber cómo esos cambios del pasado afectaban a la biota”. Como conclusión, dice que “lo importante es que informan sobre la causa efecto de esos cambios ambientales y los datos ayudan a calibrar los modelos para las proyecciones de futuro, por ejemplo para las políticas de mitigación”.

Ante la situación que está por venir, Escutia defiende que “es urgente que actuemos porque tenemos un reto como sociedad para ralentizar el cambio, llegamos a un punto de no retorno y eso es lo que queremos evitar, hay que tomar conciencia, no solo colectiva sino individualmente en nuestros hábitos, para mitigar los efectos”.