Cinca Medio

CINCA MEDIO - VIOLENCIA MACHISTA

Dos peritos sostienen que la muerte de Rokhaya responde a un "crimen pasional"

Este martes se ha celebrado la segunda sesión del juicio en el que el exmarido de la víctima se enfrenta a 25 años de prisión

El TSJA confirma la condena 25 años al hombre que mató a su mujer en Monzón
El TSJA confirma la condena 25 años al hombre que mató a su mujer en Monzón
R. N.

HUESCA.- Dos peritos que han testificado este martes han sostenido que la muerte de Rokhaya, la mujer de origen senegalés que falleció el 25 de noviembre de 2018 en Monzón tras recibir cerca de cien cuchilladas, responde a un "crimen pasional" y que no se trató de una acción por un brote psicótico o trastorno mental transitorio del presunto agresor, Mamadou D., porque de ser así se hubieran encontrado un "escenario desordenado."

Así lo han manifestado dos peritos (uno de ellos criminólogo y otro policía judicial) en la segunda sesión del juicio que desde este lunes se celebra en la Audiencia Provincial de Huesca y en el que el exmarido de la víctima, también de origen senegalés, está acusado de asesinato y se enfrenta a una petición de 25 años de prisión.

Los dos peritos que realizaron un informe tras acudir a la casa en la que se produjeron los hechos no han dudado en asegurar que, por lo que vieron en la casa y su experiencia, se trata de "un caso claro de violencia de género, de delito pasional, con resultado de muerte".

Han relatado que la escena del crimen no estaba desordenada, no había nada destrozado en el piso. "No estamos ante un brote psicótico porque si no hubiera sido un escenario desordenado", han indicado, y han añadido que "los hechos ligados a un trastorno mental transitorio son rápidos". Han incidido, asimismo, en que la violencia se ejerció y focalizó única y exclusivamente contra la mujer, ya que los dos hijos menores que se encontraban en la casa y presenciaron los hechos no fueron atacados físicamente.

El informe que realizaron refleja que se trata de "un feminicidio de tipo criminal", ya que el cadáver presentaba más lesiones y heridas de las necesarias para causar la muerte. En este sentido, han abundado en que por las manchas de sangre que presentaba el hombre en las piernas, debió "seguir apuñalándola" una vez que la mujer cayó al suelo. "Había decenas de heridas mortales", han detallado.

También han explicado que no se hallaron signos de defensa por parte de la víctima.

Al margen de lo que vieron en la escena del crimen, en su informe citan la denuncia por violencia de género que en 2013 interpuso la víctima contra el acusado y que posteriormente retiró, aseguran que Rokhaya era una "mujer dependiente" que "le echó valentía" cuando se divorció de su marido al ser ambos musulmanes, y que el hombre tenía, según declaraciones testificales, "pérdidas de control".

Además de estos dos peritos, en la sesión de este martes han comparecido los dos policías locales de Monzón que acudieron a la casa después de que una persona diera la voz de alarma al presentarse en las dependencias de la Policía Local y decir que "un hombre había matado a una mujer". Han relatado que los tres fueron hacia la casa, en la que el acusado les abrió la puerta, en estado de neviosismo, según uno de los policías, y no opuso resistencia a su detención. El otro agente señaló que el ahora procesado mostró "desprecio" al referirse a su exmujer.

La sesión de este martes se ha completado con las declaraciones de los dos guardias civiles que fueron requeridos por un vecino para acercarse a la vivienda donde se habían producido los hechos y que trasladaron al detenido hasta el cuartel, así como la de otros tres peritos que elaboraron diversos informes.

El juicio seguirá este miércoles en la Audiencia con la comparecencia de peritos médicos especialistas en salud mental, peritos forenses y guardias civiles.