Luis Sarasa: "Si dejo el Wifi sin conectar, los clientes lo piden, pero va lento y es un problema"

En el centro de Borau, se levanta "El Casugo", una casa con más de 100 años de historia, cuyos dueños, Luis Sarasa y Eva Alonso, acaban de rehabilitar. "Conjugar el encanto de lo antiguo con las comodidades del mundo actual" es el afán de esta pareja. "Cuando esté el servicio, nos daremos de alta", dijo Eva Alonso, que ve con buenos ojos el proyecto de la Diputación Provincial a la hora de promocionar el edificio, que tiene el sello de Vivienda de Turismo Rural de categoría Superior.

Ofrecer una buena conexión a los visitantes ya es una necesidad de primer orden. "Si un día me dejo el Wifi sin conectar, los clientes lo piden, pero va lento y es un problema", explicó la jaquesa. Entre las familias con niños, "muchos lo necesitan para la tablet", mientas que otros solicitan la red "para ver cómo están las estaciones y mirar rutas o excursiones".

Borau cuenta con dos empresas de turismo activo: Ojos Pirenaicos, de David Ruiz de Gopegui; y Trekking Aragón, que regenta Alejandro Montañés. Para éste, "la puesta en marcha de la banda ancha es un punto positivo para las zonas rurales y sobre todo para la gente joven con negocios en los que se trabaja por Internet".

"Es un problema que la conexión se pierda o sea muy lenta. Tenemos que hacer trabajo de mailing, actualizar la web, contactar con clientes..., a veces, en un momento muy concreto. Al carecer de esa línea o que no funcione correctamente, hay que buscar conexión en Jaca, en un bar o la biblioteca", apuntó el joven, esperanzado con las posibilidades que ofrecerá la banda ancha.

Según el alcalde, Daniel López, "hay interés" en el pueblo, en el que viven 80 vecinos. Al menos, "entre y ocho diez casas" preguntaron por el proyecto, que invita a afrontar el 2019 con ilusión.