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Tenso cruce de declaraciones en el juicio por la reyerta en el pub de Jaca en enero de 2014

La vista oral de hoy ha dado lugar al cruce de testimonios de los acusados en el que se vieron implicados varios militares

Tenso cruce de declaraciones en el juicio por la reyerta en el pub de Jaca en enero de 2014
Tenso cruce de declaraciones en el juicio por la reyerta en el pub de Jaca en enero de 2014
P. S.

HUESCA.- El juicio para tratar de esclarecer los hechos por la reyerta que se produjo entre un vecino de Jaca de nacionalidad argelina y varios militares de la Guardia Real en un pub de la ciudad durante la madrugada del 26 de enero de 2014 y después en la calle, ha dado lugar a numerosos momentos de tensión entre los los siete encausados, que han reflejado las posturas de los abogados que se ha desarrollado en la Audiencia Provincial de Huesca este lunes.

En primer lugar se ha escuchado la versión de los militares que han dado diferentes versiones de los hechos de una reyerta que comenzó en el servicio del pub Miniclub de Jaca, situado en la calle Gil Berges de la localidad. "Vimos un volumen de gente muy grande y presencia de policías locales y nacionales", ha comentado.

En el banquillo de los acusados han comparecido seis militares de distinto rango imputados de delito y falta por lesiones así como al ciudadano de nacionalidad argelina, al que también ha comparecido como víctima de agresiones y acusado. También se ha dado la circunstancia de que varios de los militares se han negado a declarar ante las preguntas de la letrada de la defensa del hombre de origen argelino.

Los hechos comenzaron en el baño del pub Miniclub de Jaca en el que se encontraban el ciudadano argelino y un amigo, cuando dos militares llamaron repetidas veces "aporrrearon" según la defensa del ciudadano argelino para que salieran y les dejaran pasar.

Cuando salieron del baño, explican uno de los militares, el vecino argelino de Jaca, "salió con una actitud violenta, nos empezó a insultar, me zarandeó a la pared, le agarré y luego me caí. Dejó a mi compañero y luego se fue", comentó.

Acto seguido, ha relatado, que después se encendieron las luces del local y apagaron la música y se marcharon del local. En respuesta al Ministerio Fiscal, ha indicado que fue "identificado por la policía como agredido y no como agresor". También ha comentado que no participó en los incidentes que se produjeron después en la calle a unos metros del pub Miniclub y casi en la puerta del bar el Corral, que se encontraba cerrado.

En contestación a uno de los abogados de la defensa, ha reconocido que en el forcejeo con el ciudadano argelino "le agarré y es imposible que le pueda dar un golpe en la boca. De las lesiones que sufrió tras el altercado ha señalado que le pusieron collarín e ibuprofeno y tardó 27 días en curarse.

El segundo militar acusado en la pelea inicial que se produjo junto al baño con el ciudadano argelino ha admitido que estuvo con su compañero entre 15 y 20 minutos esperando. "Les dije que salieran porque solo queríamos mear", ha admitido.

Acto seguido y en respuesta al Ministerio Fiscal, "nos insultó zarandeó a mi compañero al que agarró del cuello hasta que lo tiró al suelo. A mi me dio un golpe y se fue", ha descrito.

En relación a los hechos en lo que le imputan de proferir expresiones de "negro, moro y musulmán" hacia el ciudadano argelino, "yo dije de piel oscura, no sé cómo lo transcribieron los policías".

Otro de los acusados en la reyerta, ha explicado que no pudo ver la agresión pero sí muchos empujones entre la gente y movimiento para salir del bar ym en respuesta uno de los letrados de la defensa de los militares ha comentado que "no fue agresor ni agredido" tras ser acusado de participar en la reyerta fuera del bar.

En otra de las declaraciones, uno de los soldados acusados ha indicado que el hombre de nacionalidad argelina "me dio un golpe y caí al juicio redondo" y negó que, en ningún momento, le hubiera golpeado antes.

Otro de los acusados relata: "Yo estaba a un metro de distancia y no ví ninguna agresión. Los policías locales nos contaron que había una reyerta y llevamos -a los militares- al cuartel antes de que produjera una situación más violenta", comentó el militar, que en ese momento ejercía de responsable de las maniobras técnicas y se enteró al día siguiente, que dos de componentes de su unidad.

Uno de los militares que en ese momento era sargento primero indicó que esa misma noches y después cenar había salido a tomar una copa en el citado pub.

En cuanto a los incidentes en el baño relata fueron cuatro o cinco personas las que participaron en la agresión.

RELATO DEL CIUDADANO ARGELINO

La víctima de haber recibido golpes dentro y fuera del local y también denunciado por los letrados de la defensa de ocasionar lesiones a los militares, ha esgrimido que el ambiente dentro del pub "era de gente alterada, en un ambiente tenso".

Según ha argumentado en su versión de los hechos, aporrearon varias veces la puerta del baño en la que se encontraba con su amigo. "Salgo y veo que están excitados. Me empujaron dos personas y una me dijo ¡Oye Moro! ¡Oye cabrón!". "Me he sentido muy afectado después de escuchar con insultos vejatorios o racistas", ha comentado.

Acto seguido, ha relatado a la fiscal, "me empiezan a empujar, ví un puño pasar y sin entender nada había gente abalanzándose sobre mi cuando caía al suelo".

Fue entonces cuando el propietario del local se interpuso para frenar la reyerta con la ayuda de una policía, también amigo del agredido, "Si no fuera por ellos hoy no estaría aquí", reconoció a uno de los cinco letrados de la defensa de los militares.

Después del bar ha indicado que fiue agredido por unas quince personas, de las que pudo identificar ayer en la vista oral a dos de ellas y la mayoría fueron a perseguir a su amigo policía, justo en la puerta del bar Corral "que tuvo que salir de la paliza que le estaban dando". En su relato de los hechos ha explicado que "cada uno buscaba su hueco para pegarme"

Ha reconocido que los seis miltares que se sentaron en el banquillo de los acusados participaron en la reyerta en la calle en la que le propinaron pueñtazos y patadas en cara, mandíbula, cadera, entre otras partes de su cuerpo. "Había más gente que se acercaba para darme más puñetazos y golpes", ha expresado.

En respuesta a su abogada reconoce que el amigo que salió con el del baño "vió todo lo que pasó" y ha ratificado en la denuncia que escuchó "esos son" cuando se les abalanzaron en la calle tanto al agredido como a su amigo policía "casi en la puerta del bar El Corral".

También ha indicado que al llegar a su casa y cerrar la puerta "llegué a temer por mi vida" pues ha relatado que había gente intentado llegar hasta él mientras se encontraba en el fondo del pasillo.

Durante su declaración, ha considerado que las denuncias por las agresiones a su salida del baño son para protegerse los militares de los delitos que se les imputan de delito y falta de lesiones. "Yo no toqué a nadie", concluyó en su intervención.

DECLARACIÓN DE TESTIGOS Y POLICÍAS

Este ha sido el primero de los cinco días de este juicio que mañana martes da paso a las declaraciones de testigos y policías que tratarán de arrojar más luz acerca de los hechos que se produjeron en esta local de ocio de la capital jacetana.