Jacetania

TURISMO RURAL

Natalia Grasa: “Nos deberían ayudar, estamos sin oxígeno”

#CONTRALADESPOBLACIÓN

Natalia García junto a su familia.
Natalia García junto a su familia.
S.E.

Natalia García tiene raíces jacetanas, pues uno de sus abuelos procede de Arbués (Bailo). Su marido es navarro. Ambos buscaban “un cambio de vida” y se decidieron por Aísa. “Nos gusta mucho, porque el valle es bonito y no hay mucha construcción”, aseguran los responsables de la Casa Rural Estarrún, una vivienda turística que se puso en marcha en 2009 y se alquila por habitaciones.

El alojamiento ofrece “encanto y hospitalidad en el valle de Aísa”, junto al Parque Natural de los Valles Occidentales y cerca del Parque Nacional de los Pirineos (Francia). “En el Pirineo más auténtico, en un valle de impresionante belleza, bañado por el río Estarrún, a 22 kilómetros de Jaca y a 30 de las pistas de esquí y de la frontera francesa”, según sus propietarios.

Casa Estarrún cuenta con 6 habitaciones: 2 con cama de matrimonio (Tomillo y Azafrán) y otras 4 con dos camas (Enebro, Romero, Camomila y Espliego). “De cara a Semana Santa, se ve gente con ganas de venir. Llaman y preguntan por las habitaciones”, asegura Natalia, con la incertidumbre que genera la pandemia, ya que “no se sabe si la situación seguirá así la semana que viene”.

“La salud es lo primero y está muriendo mucha gente, pero si no podemos abrir nos deberían ayudar. Necesitamos trabajar. Estamos sin oxígeno”, explican desde esta familia de emprendedores de Aísa, reclamando ayudas directas para sobrellevar el impacto de la pandemia sobre el sector turístico, del que “depende mucha gente en la zona”. Además, “el año pasado no se trabajó nada hasta junio” y luego se retomó la actividad “hasta el puente del Pilar”, pero para un alojamiento turístico es complicado salir adelante “solo con la gente de Huesca”.

Otros alojamientos locales como el Hostal Igüer o el Albergue Valle de Aísa también prestan servicio a los visitantes del pueblo, que debe buena parte de su fama a que la estación de Candanchú se levante en su término municipal. Sin embargo, su tranquilidad y su rebosante naturaleza hacen de este valle un destino ideal para acampadas juveniles o escapadas de familias y grupos de amigos.