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José Ignacio Beneito: “Lo principal del Camino de Santiago debe ser la espiritualidad”

Este comandante retirado del ejército, vecino de Jaca y peregrino, recibió el Bordón 2021, después de recorrer esta ruta en 12+1 ocasiones

José Ignacio Beneito, en su casa de Jaca, con el Bordón 2021, que le entregaron el pasado día 6.
José Ignacio Beneito, en su casa de Jaca, con el Bordón 2021, que le entregaron el pasado día 6.
R.G.

José Ignacio Beneito, Nacho para sus amigos, nació en Madrid un 13 de marzo y este domingo cumplirá 71 años. Reside desde 1993 en Jaca con su mujer, María Rosa, y es “soldado de España”, en concreto, comandante retirado con 41 años de servicio militar. Igualmente, desde hace 13 años preside la Asociación de Soldados Veteranos de Montaña.

Además del canto coral -desarrollado en sus 22 años con el Orfeón Jacetano-, una de sus pasiones es recorrer la ruta jacobea, que, emulando a Ángel Nieto, ha realizado en 12+1 ocasiones, convirtiéndose en un inmejorable representante de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Jaca, que le entregó su galardón anual, el Bordón (de 2021), el día 6 en Canfranc.

El premio fue “una sorpresa” para Beneito, al que pronto le picó el gusanillo de la peregrinación. “Empecé a darle vueltas con 16 años, en plena movida de los 60 y 70. El Camino estaba sin pintar y muy abandonado, así que me quitaron la idea”, apuntó el galardonado, que llegó a conocer a Miguel de la Cuadra Salcedo, quien le dedicó un itinerario jacobeo en 1974. Su generosidad le llevó a ofrecer la obra a la asociación jaquesa, en la que fue secretario 8 años bajo la presidencia de Paco Rapún.

Su primer Camino de Santiago lo hizo en 1987, siendo teniente y formando parte del regimiento Vizcaya XXI de Bétera, junto a otros 30 soldados, que cubrieron los 1.000 kilómetros que separan la villa valenciana y la puerta santa, invirtiendo 85 horas y 6 minutos en una singular peregrinación por relevos, que relató la prensa de la época y de la que conserva recortes.

Con posterioridad, su relación con la ruta jacobea “ha sido una mezcolanza”. “He hecho el Camino desde Montserrat (Cataluña), combinando el Camino del Norte. Desde Sevilla, por la vía de la Plata. Saliendo de Jaca, andando y en bicicleta. O desde León, cuando me operaron de la espalda y se lo prometí al apóstol”, recordó.

“El de Roncesvalles (Navarra) no lo he hecho porque está muy saturado”, continuó Beneito, animando a los peregrinos a “pensar y encontrarse consigo”. Antes era más sencillo “cuando no había casi nadie”, pero “ahora es una romería de gente”. “El Camino es turismo, cultura, historia, arte…, pero lo principal debe ser la espiritualidad”, asegura, “y eso se abandona muchas veces”.

Una vez acabada la vida militar activa y agradecido con el apóstol por su amparo en Bosnia, Irak, Kosovo y Afganistán, se propuso “recorrer el Camino como se hacía antes, yendo a Santiago y volviendo a casa a pie”. “Decidí arrancar en el pueblo de mis padres, Bañeres (Alicante). Fueron 2.400 kilómetros, me recorrí toda España y es el Camino con más anécdotas”, comentó.

“Ya de regreso, pasado Castrojeriz y llegando a Hontanas (en la provincia de Burgos), me encontré con un japonés y me preguntó en inglés ‘¿Se ha olvidado algo, que regresa?’ Le dije que estuve en Santiago y que regresaba a casa. Se arrodilló delante de mí y quería besarme los pies, porque yo para él era un hombre santo”, recordó Beneito.

Aquel viaje brindó otra escena curiosa en Carrión de los Condes (Palencia). “Empecé temprano para quitarme horas de sol. Cuando salía de la localidad, oí ruidos detrás de mí. Me paré y tropezaron cuatro o cinco franceses que me venían siguiendo. Les dije que volvía a casa y se dieron la vuelta corriendo”, relató el ganador del Bordón, agregando que “en el Camino se ven cosas curiosísimas”.

Beneito precisa que “hay muchos Caminos a Santiago, pero solo un Camino de Santiago: el Francés”, que es Patrimonio de la Humanidad y arranca en España tanto en Roncesvalles, como en el puerto del Somport, donde se ubicaba el Hospital de Santa Cristina, “uno de los tres más importantes de la Cristiandad, junto a Jerusalén y Roma”, según el Códice Calixtino, del siglo XII. Además, “el primer Camino pasó por el puerto de Palo”, en el valle de Hecho.

Hoy, la mayoría de los peregrinos del Camino Francés escoge Roncesvalles, pues “el puerto de Ibañeta tiene menos altura que el del Somport y su clima es más benigno”. Además, “la provincia de Huesca (con un censo inferior a Elche) no tiene población para hacer fuerza en el Camino”. En consecuencia, Navarra “se lleva la palma” y se entiende que la ruta principal es Roncesvalles-Santiago, cuando “el camino aragonés es más antiguo”.

“No soy nacido en Jaca, pero me considero de aquí. Llevo 29 años en esta bendita ciudad y la defenderé”, declaró el militar, que ha estado en Dinamarca ofreciendo conferencias sobre el Camino de Santiago. “Me precio de haber llevado el nombre de Jaca por toda Europa y hay que darle lo que es de justicia. Tengo muy buenos amigos navarros, pero la historia es la historia”.

Su Camino más reciente, acompañado de su esposa, fue justo previo a la pandemia, cuya evolución condiciona los planes. “Queremos hacer otra vez el Camino, el inglés, desde La Coruña a Santiago”, avanza Beneito, teniendo en cuenta que “Santiago es una locura ya de por sí, pero en Año Santo más, por el afán de pasar por la puerta santa”. “Es el prurito: llegar a Santiago y ver al apóstol”, concluyó, dispuesto a alimentar su espíritu, paso a paso.