Ansó se viste de gala para celebrar el Día del Traje

Ansó ha vuelto a vestirse con sus mejores galas este domingo, después de que el coronavirus cambiara sus ancestrales y llamativos trajes por mascarillas. A los 82 del ropero municipal se les suman los particulares, por lo que un centenar de vestimentas de origen medieval recorren las calles de un pueblo de 400 habitantes. Una de las señas de identidad de este día, son las escenificaciones de costumbres típicas que  recrean imágenes como las de la familia trabajando en casa o la novia preparándose para su gran día. Los trajes que desfilan son peculiares por su singularidad y por haberse confeccionado para cada momento y necesidad: bautizo, alcalde, para las labores diarias, para la boda, para la primera comunión, etc. El día estará amenizado por los Músicos de la Solana.  

La localidad ha revivido sus costumbres, tareas tradicionales y trajes típicos en una fiesta declarada de Interés Turístico Nacional que ha atraído a multitud de visitantes.

La consejera de Economía, Planificación y Empleo, Marta Gastón, ha participado en esta fiesta, una celebración "única" por su valor etnográfico, cultural e histórico, pero también por su importancia como revulsivo económico para esta localidad altoaragonesa y su entorno, aseguran desde el Gobierno de Aragón en una nota de prensa.

La fiesta se celebró por primera vez en 1971, fue declarada de Interés Turístico de Aragón en 2003 y en 2011 logró la declaración de Interés Turístico Nacional.

El traje ansotano, de origen medieval, y su historia pueden conocerse durante todo el año en el Museo del Traje Ansotano, ubicado en la ermita de Santa Bárbara, donde ha comenzado este domingo la celebración.

Además de por su antigüedad, esta indumentaria destaca por su singularidad, con robustas y coloridas telas, gran cantidad de motivos y detalles decorativos y laboriosos peinados, así como por la diversidad de modelos, uno para cada momento y necesidad del día a día.