Jacetania

COSAS DE CASA

La Asociación Sancho Ramírez y su ciclo de primavera en Jaca

Julián Ramos, Pedro Callizo y Javier Grasa impartieron las tres conferencias en el Ayuntamiento

Julián Ramos ofreció la conferencia inaugural el día 12.
Julián Ramos ofreció la conferencia inaugural el día 12.
R.G.

La Asociación Sancho Ramírez, de Jaca, abordó tres ámbitos relacionados con el patrimonio oscense o jaqués mediante su ciclo de conferencias de primavera, que consiguió llenar la mayor parte del Salón de Ciento del Consistorio en las tres sesiones celebradas el pasado mes de mayo.

“Fortificaciones protohistóricas del entorno de Jaca. Aportaciones desde las últimas intervenciones en el valle de la Garcipollera” fue la conferencia inaugural que ofreció Julián Ramos el día 12 y “El castillo de Loarre: etapas constructivas de la fortificación de vigilancia de frontera de Sancho Ramírez”, el tema escogido por Pedro Callizo el día 19, mientras que Javier Grasa Alonso concluyó el ciclo el día 26 con “Los jaqueses a la conquista del llano: la toma de Zaragoza”.

Todas las conferencias se emitieron por streaming y se pueden ver al completo en los vídeos alojados en la web de la Asociación Sancho Ramírez.

La Garcipollera

Julián Ramos, arqueólogo de Jaca, explicó que “el yacimiento de la torre de Bescós de la Garcipollera tiene mucho potencial” y “sería importante consolidar las estructuras descubiertas”, pensando en “luego insertarlo en una musealización”.

En agosto de 2022 dirigió la tercera campaña arqueológica del yacimiento, donde “queda muchísimo”. “He hecho bastante con muy poco, gracias a la ayuda de colaboradores, pero hay años de trabajo”, dijo, convencido de que “lo suyo sería que las instituciones se involucren para sacarlo adelante”.

Los resultados de su investigación “son muy positivos”. “La iglesia ya fue un hallazgo, sobre todo por sus características físicas; y luego, por el grado de fortificación que está demostrando el yacimiento. Hemos identificado estructuras muy potentes, que sorprenden que se ubiquen en un sitio como éste”, declaró Julián Ramos. El yacimiento “está a una altura considerable”, aunque “es “bastante accesible para ciclistas o senderistas”, accediendo por una pista forestal, en dirección a Cenarbe.

Su conferencia ilustró “el paisaje protohistórico de Jaca y los patrones de asentamiento”, sabiendo que “en el periodo que hay desde el bronce final a la llegada de los romanos se producen transformaciones y aparecen las grandes fortificaciones prerromanas, de las que hay varias en Jaca”.

Castillo de Loarre

Pedro Callizo, historiador de Huesca, retrocedió a mitad del siglo XI, “una época de cambios”, para contar cómo Sancho Ramírez “amplió a lo bestia” el castillo de Loarre, que “quizá fuera la ‘punta de lanza’ para ir hacia el llano, pero debió de haber problemas con la toma de Bolea, por lo que se intentó por otro sitio, bajando por Barbastro y Monzón”.

Pedro Callizo participó en las jornadas el día 19.
Pedro Callizo participó en las jornadas el día 19.
R.G.

Hoy en día, “es complejo” reconstruir los inicios, “al faltar muchos datos”, como apuntó el oscense, lamentando que “hay muy pocos documentos que nos hablen de Loarre y si no aparecen más, seguirá siendo una incógnita”. “No se ha excavado y al hacerlo puede que encontrásemos algo”, dijo, sabiendo que “habría que excavar toda la zona”, lo que sería incompatible con la explotación turística.

Cuanto más demos a conocer Loarre, mejor, pero siempre ponderando y equilibrando con conservarlo y con el desgaste del monumento, no sea que lo explotemos mucho y que en 30 o 40 años empiecen a salir problemas y ya no podamos ir para atrás”, apuntó Pedro Callizo, para el que estamos en un punto en el que “hay que hablar de cuánto turismo puede absorber antes de degradarse”.

Declarado Monumento Nacional y BIC, el castillo de Loarre aspira a ser Patrimonio de la Humanidad. “Por calidad, por supuesto que lo podría conseguir”, según el historiador, que puntualiza que “España tiene muchísimos monumentos con este título y a veces se aboga por países con menos”.

Toma de Zaragoza

Javier Grasa Alonso, historiador nacido en Jaca, abordó la figura de Alfonso I El Batallador, que logró “triplicar las tierras del reino de Aragón” y toma Zaragoza en 1118, “con una importante participación de jaqueses”, como Esteban, obispo de Huesca, y otras figuras como Pedro de Atarés, Aznar Aznárez o Fortún Cajal.

“Cuando Alfonso I se hace cargo del gobierno del reino (en 1104), no había una línea bien definida que separara la tierra dominada por el rey de Aragón y el rey moro de Zaragoza”, dijo el ponente, señalando que “tras la conquista de Monzón (1089), Huesca (1096) y Barbastro (1100), no hay batallas campales, ni asedios grandes o prolongados”, sino que “la guerra es un avance zigzagueante, en el que se buscan puntos de menor resistencia”.

Javier Grasa Alonso, historiador nacido en Jaca, abordó la figura de Alfonso I El Batallador.
Javier Grasa Alonso, historiador nacido en Jaca, abordó la figura de Alfonso I El Batallador.
Ricardo Grasa

“Sancho Ramírez y Pedro I colocaron posiciones claves que las vigilaban y hostigaban continuamente”, comentó, añadiendo que “el objetivo de Alfonso es proseguir la política de conquistas iniciada por su padre y su hermano”, “siendo lo más inmediato la ocupación de Lérida y Zaragoza y más remota la conquista de Tortosa y Valencia, ésta última entendida como camino para alcanzar Jerusalén, a donde le llevaba su alma de cruzado”.

La conquista de Zaragoza fue el acontecimiento militar más importante de la época, tras la de Toledo”, según el historiador. La repoblación de la capital aragonesa “fue llevada a cabo por aragoneses y aliados bearneses, que, sumados a la población mozárabe llevada por el rey de sus campañas andaluza y levantina, constituirían las raíces cristianas”.