Jacetania

TURISMO

Encuentro en Hecho para diseñar la experiencia turística de las navatas

Agentes del territorio ofrecieron sus ideas a la FAMCP y el ente comarcal 

Participantes en la reunión celebrada esta semana reunión celebrada esta semana en la Oficina Turística de Hecho.
Participantes en la reunión celebrada esta semana reunión celebrada esta semana en la Oficina Turística de Hecho.
FAMCP

La Federación Aragonesa de Municipios, Comarcas y Provincias (FAMCP) y la Comarca de la Jacetania mantuvieron esta semana un encuentro en Hecho para seguir trabajando en el diseño de una experiencia turística piloto que contribuya a difundir el descenso de navatas por el río Aragón Subordán, impulsando el crecimiento de la economía local y generando empleo.

Esta nueva iniciativa -promovida por la FAMCP, en coordinación con la Comarca de la Jacetania- se enmarca en la Red de Experiencias Turísticas Basadas en la Tradición Rural (Retturn), que forma parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia aprobado por el Gobierno central para canalizar los fondos Next Generation, destinados por Europa para reparar los daños provocados por la crisis de la Covid-19. En su conjunto, el proyecto Retturn tiene un plazo de ejecución de 18 meses y cuenta con un presupuesto de 1,2 millones de euros. Durante la reunión celebrada en Hecho, responsables de la FAMCP y la Comarca analizaron las posibles experiencias llamadas a potenciar el turismo de la zona, promoviendo la difusión del transporte fluvial de madera, que fue clave para la economía local a partir del siglo XVI.

La madera extraída de los bosques chesos se transportaba por el río Aragón Subordán. Las navatas se formaban entrelazando los maderos con sarga y los remos dirigían las enormes barcazas tripuladas por chesos que se jugaban la vida, luchando con las bravas aguas. El desarrollo de las comunicaciones y los embalses mermaron la actividad hasta que la tradición fue recuperada en la década de los 80.

En 2013, el Gobierno de Aragón tomó la decisión de declarar la cultura del transporte fluvial de madera como Bien de Interés Cultural Inmaterial. Más recientemente, en 2021, esta tradición fue declarada Patrimonio Inmaterial Cultural de la Unesco.