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Jaca se propone evitar el cierre de comercios históricos

Un proyecto municipal tratará de favorecer su traspaso a otros emprendedores

La pastelería La Imperial, situada en la calle Mayor, mantiene el cartel de cierre por jubilación desde junio de 2023.
La pastelería La Imperial, situada en la calle Mayor, mantiene el cartel de cierre por jubilación desde junio de 2023.
R. G.

El área de Fomento del Ayuntamiento de Jaca trabaja en un proyecto novedoso que pretende cambiar el 'cerrado por jubilación' por ‘traspaso generacional’. La iniciativa municipal responde al hecho de que cada día negocios de toda la vida, con brillantes trayectorias, a pesar de ser rentables, tienen que bajar la persiana, al no contar con nadie que pueda darles continuidad.

Desde el Consistorio se trata de aportar soluciones para evitar el cierre de comercios históricos a través de un proyecto que obtuvo una mención honorífica de la Secretaría de Estado de Comercio y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), en el VI Concurso de Ideas Tecnológicas para el Comercio Minorista.

Su idea es alinear los recursos disponibles que ofrecen entidades e instituciones y ponerlos a disposición de los empresarios. Además, se creará un registro de comerciantes en ciernes de jubilación y emprendedores. Luego, se realizará un análisis de perfiles y un cruce continuo de oportunidades. Se buscarán emprendedores con perfiles concretos y habrá una negociación entre las partes.

El interesado podrá trabajar un periodo de tiempo con el propietario que se va a jubilar. Si la experiencia es positiva, el periodo se ampliará. Tras ese tiempo, se harían el plan de traspaso generacional y la firma del contrato. Además, el emprendedor recibirá apoyo en el desarrollo del negocio.

En Jaca, en el último lustro cerraron por jubilación 15 comercios con más de 50 años de historia. En tres años se prevé que otros 20 comercios históricos cerrarán por la falta de relevo generacional. Solo un comercio tradicional sobrevivió al traspaso generacional en los últimos años.

Esto ocurre porque los comerciantes no tienen familiares que se quieran hacer cargo del negocio, por la falta de conocimiento sobre las ayudas para nuevos emprendedores o por la reticencia a dejar el comercio y los clientes en manos de desconocidos.