Emma Sánchez: “En el futuro desearía ver más teatro, música y cultura”

Nació en Jaca en 1999 y está afincada en Barcelona, donde desarrolla sus dos pasiones artísticas, como cantante y actriz. Hoy en día, prepara su siguiente trabajo musical, Gardenias, que se basa en el concepto de escribir cartas y se encuadra entre el indie, el folk y el pop. La joven se graduó en técnicas de actuación teatral en el centro El Timbal y es profesora de teatro en dicho espacio de la capital catalana. Su primer contacto con los escenarios fue a través de los Titiriteros de Binéfar.

Dice su Instagram (@estoesemma) que “Emma viene del pasado con una misión: que el mundo entero escuche sus canciones”. ¿Cómo va ese enorme desafío?

—Bueno, teniendo en cuenta que es un reto ambicioso y que los viajes en el tiempo son cansados, muy poco a poco. Pero supongo que primero hay que imaginarlo para poder después conseguirlo.

El Benidorm Fest, recientemente celebrado, se consolida como una gran plataforma de lanzamiento para nuevos talentos nacionales dentro del sector musical. ¿Se animaría a presentarse en la edición de 2025?

—¿Quién sabe? Hace tiempo que me quedó grabado lo de no decir “de este agua no beberé…”.

¿Piensa aparcar su faceta interpretativa durante un tiempo o simplemente en estos momentos se siente más cantante que actriz?

—Diría que son para mí inseparables e intrínsecas. De hecho, en este proyecto la “Emma actriz” ha formado más parte que nunca. Además, el hecho de trabajar como profesora de interpretación hace que sea todavía más difícil desvincularse. Pero es cierto que, en materia de creación teatral o castings, esa faceta está quedando postergada al estar tan concentrada en la música.

Hay quienes etiquetan a Emma Sánchez en el indie, el folk y el pop. ¿En qué estilos musicales se encuentra más cómoda?

—Creo que acaba siendo el oyente quien determina el estilo y no estoy en desacuerdo con estas etiquetas. Sería algo entre todas ellas, supongo. Aunque no me cierro a nada.

A nivel personal, ¿cómo se define en una frase?

—Alguien que vive de las historias.

¿Qué es lo que más aprecia en los demás?

—Diría que la honestidad.

¿Y un defecto que no soporta?

—Que coman con la boca abierta.

¿Qué es lo que más disfruta en su tiempo libre?

—Me gusta mucho el mar.

Hace apenas una semana, el día 2 de febrero, salió “Flores”, que es la primera canción de su nuevo disco, que se titulará “Gardenias”. Esa canción es como un beso al cielo. Tiene la forma de una carta a alguien fallecido. ¿Fue una de las canciones más difíciles de componer por ese aspecto emotivo?

—Al contrario. Fue muy orgánico componerla, quizá por esto que comentas. Parecía que la carta se escribiera a sí misma. Eso sí, se ha convertido en una de las más difíciles de cantar.

Su nuevo disco verá la luz esta próxima primavera. ¿Podemos decir que es fruto de una evolución personal o rompe con sus anteriores trabajos?

—Diría que ambas opciones son correctas. Hay una evolución palpable y una raíz reconocible. Pero creo que la gente se llevará alguna sorpresa en cuanto al estilo de un par de canciones.

Tengo entendido que el disco que se avecina incluye una serie de colaboraciones. ¿Con qué artistas sueña compartir escenario?

—Ahora mismo, me vienen a la cabeza Rodrigo Cuevas, Marala o Silvia Pérez Cruz. Por soñar que no quede.

En la vida en general, ¿quiénes son sus grandes héroes o heroínas?

—Puede que suene a cliché, pero diría que mi abuela. Y si me pides dos, mi amiga Paula. Por muchas cosas, pero una de ellas por haberse sacado el carnet de camión para ser bombera.

Si hablamos de política, ¿se mojaría?

—(Risas) Realmente creo que todo acto es parcialmente político. No creo que la realidad se entienda simplemente votando a unos u otros, sino más bien en cómo reaccionas tú respecto al mundo. En cómo tratas a tus compañeros de trabajo, en si vas al cine o al teatro o si crees que el trabajo de los agricultores es imprescindible. Diría que uno hace más política en las terrazas de los bares que en las urnas.

Diga una pasión frustrada…

—Tengo la suerte de vivir de mis dos pasiones, pero quizá el periodismo.

Si pudiera rebobinar en su vida. ¿Cambiaría algo?

—Supongo que no, porque todo es consecuencia de alguna cosa. Me daría un poco de miedo hacerme un Marty McFly y sin querer cambiar algo que no debía.

¿Se atrevería a confesar un secreto a nuestros lectores?

—Sí. Confesaré que el disco todavía no está acabado.

Para concluir, ¿qué desearía ver en el futuro?

—Más teatro, más música, más cultura.