La Hoya

LA HOYA - ACUERDO JUDICIAL

Siete ladrones reconocen haber robado en la sucursal de Gurrea de Gállego

El juicio sigue contra el octavo miembro de una banda acusada de asaltar nueve bancos

Siete ladrones reconocen haber robado en la sucursal de Gurrea de Gállego
Siete ladrones reconocen haber robado en la sucursal de Gurrea de Gállego
P.S.

HUESCA.- Siete de los ocho acusados de pertenecer a un grupo criminal que robaba en sucursales bancarias de pequeños pueblos -entre ellos la de Bantierra en Gurrea de Gállego en octubre de 2016- llegaron este martes a un acuerdo con la Fiscalía.

La defensa del octavo procesado pidió la nulidad de las escuchas ambientales captadas por los micros que se habían instalado en los vehículos que la banda usaba para cometer estos robos.

El Ministerio Fiscal acusa a estas ocho personas -seis españolas y dos dominicanas- de haber robado en nueve sucursales de bancos o cajas entre octubre de 2016 y marzo del año siguiente, cuando fueron detenidas siete de ellas. La octava fue arrestada en noviembre de 2017. Desde sus detenciones, todos los acusados están en prisión preventiva.

El primer robo de esta banda se cometió el 12 de octubre de 2016 en la sucursal de Bantierra en Gurrea de Gállego. El escrito de la Fiscalía señala que no pudieron consumar el robo al ser sorprendidos por personas ajenas a la caja de ahorros, pero sí produjeron daños por valor de 4.540 euros en su intento.

Tras este delito fallido le sucederían otros ocho, dos de ellos en la provincia de Zaragoza (la Ibercaja de Ontinar del Salz y la Caja Rural de Aragón de Grisén) y el mismo día (24 de febrero de 2017). En el primero pudieron llevarse 19.019 euros de la caja fuerte, mientras que el segundo robo no pudo consumarse.

El resto de robos en sucursales bancarias se dio en pueblos de Navarra, Toledo, Salamanca, Badajoz y Cantabria.

Las conclusiones de la Fiscalía hablan de un grupo muy organizado en el que las tareas -logística, entrada al banco y robo, vigilancia- estaban repartidas y se ejercían de manera muy especializada. Además, los robos se perpetraban "principalmente" en sucursales de pueblos pequeños "con fáciles comunicaciones por carretera con vías principales" y "sin cuartel de la Guardia Civil".

Para dificultar aún más su búsqueda, el grupo efectuaba los robos con coches de alta gama sustraídos a los que les ponían otras matrículas también robadas. Las placas se volvían a cambiar con las de otros coches, robadas durante el trayecto a la sucursal.

EL JUICIO SIGUE CONTRA UNO DE LOS OCHO ACUSADOS

En la vista de este martes en el Juzgado de lo Penal número 1 de Huesca, los siete acusados -entre ellos el considerado como cabecilla del grupo- reconocieron los hechos por los que les acusa el Ministerio Público: integración en grupo criminal y delito continuado de robo con fuerza en concurso con falsificación de documento oficial.

Uno de los procesados que alcanzó el trato con la Fiscalía también reconoció ser propietario de un arma prohibida, una escopeta con el número de serie manipulado y borrado y con el cañón modificado.

La concreción del acuerdo alcanzado entre las partes no se conocerá hasta la última vista del juicio, prevista para finales de la semana que viene.

El proceso sigue ahora pero contra el único de los ocho encausados que no cerró un trato con la Fiscalía. Sobre él pesan tanto las acusaciones de grupo criminal y delito continuado de robo con fuerza en las cosas, como las de tenencia de arma sin permiso y conducción sin carnet.