Una abarrotada ermita de Salas honra al patrón del agricultor

HUESCA.- Jornada de convivencia, reencuentro y optimismo han sido la tónica general de las alrededor de 200 personas que se han congreado este miércoles en la ermita de Salas de Huesca para celebrar la festividad de San Isidro.

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Durante la misa previa, el sacerdote Rafael Samper ha recordado en su homilía el incremento de incendios forestales en el medio rural desde que el hombre ha ido desapareciendo de los pueblos. Asimismo ha defendido el recurso del agua y el trabajo en el campo. "El que trabaja la tierra es copartícipe de la obra de Dios", ha manifestado. Además de poner como ejemplo la figura de San Isidro, ha deseado que su figura "nos anime a todos a ponernos en la confianza de Dios".

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Tras la eucaristía, ha tenido lugar la bendición de los términos con la imagen de San Isidro y el tradicional reparto de magdalenas y vino entre todos los asistentes en un ambiente festivo.

En declaraciones a este periódico, el presidente de la Cámara Agraria Provincial, Jesús Escario, ha subrayado que el ambiente y el día han sido "inmejorables con la esperanza de que haya una buena cosecha y compartir cómo van los cultivos, en un día muy entrañable y grato para nosotros".

Para Escario, "hay que ser optimistas porque el futuro de la agricultura está muy profesionalizado y hay un relevo generacional que nos garantiza los alimentos del futuro".

Por su parte, el director provincial de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, José Miguel Malo, ha expresado que San Isidro "es un momento de encuentro y de celebración" y a la vez supone "una oportunidad para reivindicar en la sociedad la figura del agricultor y de su importancia, al proveernos de alimentos de forma segura, con trazabilidad, respetando el medio ambiente y con buenas prácticas agrarias", ha expresado. Como retos pendientes que no se han cumplido ha expresado la importancia de "mantener la renta media de los agricultores respecto al resto de sectores" y abogó por luchar por "un sector profesional, con mucho potencial e importancia económica en Aragón y una industria agroalimentaria que lucha contra la despoblación".