La Hoya

LA HOYA - TRADICIÓN

Nocito recupera el sonido de una campana de su iglesia parroquial

Este hecho histórico ha sido posible gracias a la donación de su vecino Saturnino Villacampa

Nocito recupera el sonido de una campana de su iglesia parroquial
Nocito recupera el sonido de una campana de su iglesia parroquial
S.E.

HUESCA.- La población de Nocito, en el municipio de Nueno, recuperó este lunes el tañido característico de una de las campanas de su iglesia gracias a la donación de uno de sus vecinos, Saturnino Villacampa, de 90 años, que permitió la colocación y su bendición antes del bandeo de este elemento característico e identitario de la localidad.

La campana ha sido realizada en Santander y la empresa aragonesa Talleres Pallás, con sedes en Lascellas y la Puebla de Alfindén (Zaragoza), ha instalado el yugo y el resto de elementos que fueron colocados este lunes a mediodía por Grúas Losfablos.

El acto contó con la presencia de una docena de participantes entre los que figuraba el obispo de Huesca y Jaca, Julián Ruiz, además del delegado de Patrimonio de la Diócesis de Huesca, José María Nasarre, el párroco de Nocito, Rafael Gállego, así como familiares del donante y vecinos de la propia localidad y Lascellas.

En declaraciones a este periódico, Villacampa se mostró emocionado y destacó el sonido durante el bandeo que se realizó durante cinco minutos.

A su lado, queda una campana vieja del siglo XVIII "que está rota, no suena y habría que refundirla" y queda un hueco para otra. La de nueva fábrica, se denomina Santa María, en honor a la que estuvo colocada en ese mismo lugar hasta la Guerra Civil. Después de la bendición del obispo de Huesca y Jaca, Villacampa reconoció haberse sentido "muy emocionado" junto a todos los asistentes.

Por su parte el delegado diocesano de Patrimonio tildó el acto de este lunes como "muy emotivo en el contexto de la España Vaciada y lleno de sabor y contenido de cohesión con los vecinos de todo el valle".

El obispo de Huesca y Jaca, matizó Nasarre, se hizo "eco de las raíces de la fe y culturales y el afecto que reúne a todos los vecinos del valle, con sonidos de la campana que llaman y unen a las poblaciones".

Para el párroco de Nocito, "ha sido un día inolvidable para todo el valle y, efectivamente, esa campana, desde lo alto, será testigo de la soledad de la parroquia de San Juan Bautista, pero también de la alegría de los habitantes de Nocito que quieren hacer revivir lo mejor de lo que hoy debe lograr el Alto Aragón menos poblado".