El refugio de montaña de Nocito se encuentra en la recta final de obras

Las obras para rehabilitar el histórico edifico de Casa Lardiés en Nocito, como Refugio de Montaña, se encuentran en su recta final y tras la finalización de la sala polivalente resta el amueblamiento y equipamiento del refugio que podría estar listo para finales del próximo mes de febrero.

Unas obras, resalta el presidente de Peña Guara, Manolo Bara, que no hubieran sido posibles sin la colaboración de la Diputación Provincial de Huesca y el Ayuntamiento de Nueno que han colaborado junto al club de montaña para revitalizar la actividad en un punto estratégico del Parque Natural de la Sierra y de los Cañones de Guara.

El edificio que gestionará Peña Guara ha sido posible mediante una firma de cesión de uso con el Ayuntamiento de Nueno durante un periodo de 55 años.

La primera fase de obras está completamente terminada al integrar una sala diáfana con unas pequeñas columnas para la sala polivalente durante la primera semana del primer mes de diciembre. De este modo, “el refugio se encuentra terminado al 90 por ciento”, apunta el presidente de Peña Guara.

Los detalles pendientes, explica, son “el remate de construcción de detalles en el interior y equipar la instalación de cocinas, pintura, literas, taquillas y mobiliario con la previsión de que estén finalizados a finales del próximo mes de febrero”.

De cara a su apertura, no se han marcado un fecha fija, pero el presidente de Peña Guara avanza que “de aquí a finales de mes nos plantearemos cuáles son las fechas más propicias para hacerlo” aunque consideró que la fecha más propicia para hacerlo “sería en la Semana Santa”.

El refugio de montaña tendrá una capacidad para un máximo de 35 personas y un comedor para 150, en un punto estratégico para realizar rutas BTT o marchas senderistas, entre ellas el acceso al tozal de Guara desde diferentes rutas.

Respecto a la conectividad a internet, el presidente de Peña Guara indicó que la población ya dispone de acceso “por lo que es un tema que no nos preocupa”.

Para el presidente de Peña Guara, la principal ventaja de este refugio “va a ser que los usuarios van a disponer de una instalación en donde van a poder alojarse no solo en época en la que están los establecimientos abiertos sino alojarse el día que quieran durante los 365 del día al año además de comer y descansar”.

Por otro lado, subraya que la plantilla del refugio estará encabezada por dos o tres guardas de forma permanente, “lo que incrementa mucho la seguridad de los deportista en la zona”.

En cuanto a la contratación de personal, Peña Guara está determinando las características del perfil para los guardas del refugio. “Es un tema que empezaremos a pensar ahora” aunque ha avanzado que “tenemos claro que nos gustaría gente con experiencia como guardas en refugios, que sepan atender a la gente y sean amables y, sobre todo, tengan conocimientos de montaña y una experiencia de gestión de refugios a pie de carretera”.

Arquitectura popular

Entre las características del refugio, indica que es un edificio antiguo “de arquitectura popular en el que se ha respetado toda su estructura y mantiene los valores patrimoniales de la casa como el horno de pan rehabilitado y una cocina aragonesa con su cadiera y chimenea”. Del mismo modo, matiza que “los tejados de losa se han desmontado y vuelto a montar”.

Al tratarse de una casa antigua, indica que “se ha tratado de no sobrecargar las paredes con una calefacción de agua caliente distribuida en los radiadores de todas las habitaciones respetando la estructura propia de la casa lo máximo posible”.

Respecto a la actividad propia del refugio, indicó que “va a dar la garantía al que llegue para ser atendido especialmente en otoño e invierno y haya más flujo de personas y generar riqueza en la zona”.