La Hoya

REPORTAJE

“La cercanía de una farmacia en el medio rural es mucho mayor”

Nadeia Sainz regenta la farmacia de Loporzano desde 2019 para dar servicio a los vecinos del municipio y núcleos cercanos

Ana López Vizcaíno y Nadeia Sainz, en la farmacia de Loporzano.
Ana López Vizcaíno y Nadeia Sainz, en la farmacia de Loporzano.
S. E.

Desde el 2019 Nadeia Sainz, vecina de Huesca, asumió la titularidad de la gestión de la farmacia de Loporzano que presta un servicio fundamental no solo a los vecinos del núcleo sino también de las localidades próximas.

Se trata de un espacio que en el interior ha sido remodelado por el Ayuntamiento de Loporzano con una inversión de unos 7.000 euros para mejorar la accesibilidad con una rampa, eliminar humedades así como instalar sistemas de climatización y calefacción.

El inmueble ha estado dedicado a este servicio hace más de 20 años y como reconoce la farmacéutica, Nadeia Sainz, “la asumió un farmacéutico que ya vio que se trataba de una zona rural con bastante población que carecía de un servicio de farmacia”. Tras pasar por sucesivos dueños, la gestión del local de propiedad municipal, fue asumido Nadeia Sainz quien asumió este servicio con un traspaso “mucho más económico que en la capital oscense”. Junto a ella trabaja Ana López Vizcaíno, técnico en Farmacia.

Si bien el negocio no había sufrido modificaciones desde sus inicios, Sainz reconoce que trató de darle un giro a la farmacia. “La arreglé bastante y el Ayuntamiento me ayudó y la hemos modernizado, informatizado y la hemos puesto un poco al día”.

El objetivo, apunta, “no es otro que la gente se anime y venga a la farmacia rural y no tengan que bajarse a Huesca”.

Destaca que este servicio cuenta con los mismos distribuidores que en las farmacias de Huesca y Zaragoza y proporciona servicio de botiquín a los núcleos de Albero Bajo, Apiés, Argavieso, Cuarte, Siétamo y Vicién. “En estos casos, los ayuntamientos nos dejan un pequeño local y durante unas horas a la semana servimos la medicación a la gente de los pueblos o de alrededor que pertenezcan al médico de cabecera”, comenta.

Entre las obras figuran el arreglo de humedades, la sustitución del mobiliario y se ha creado una zona de elaboración exclusiva de sistemas personales de dosificación (SPD) de medicamentos.

En cuanto al trato del cliente en el medio rural respecto a las ciudades, Sainz indica que “si en una farmacia urbana conoces a tus pacientes, en una rural es mucho más porque son tu familia, y el nivel de confianza y cercanía son mucho mayores”. En este sentido, subraya que la gente del medio rural “es superagradable y agradecida” en especial de la gente que vive sola.

Las dificultades propias de la pandemia se han visto plasmadas sobre todo al principio por las dificultades para obtener un equipo de protección individual y acudir a los domicilio a llevar la medicación.

“Me gustaría que la gente de a zona viera la importancia de mantener un negocio como éste porque al final todo depende de si los pacientes deciden venir o no a tu farmacia”, comenta Sainz para quien la clave estriba “en que la gente confíe, apueste por nosotros y no nos abandonen. Si uno quiere luchar por el medio rural tiene que mantener los servicios porque si no es un servicio que se pierde”.