La pericia de los navateros se sobrepone a un río Gállego con menor caudal que otros años

Los ochos navateros de la Galliguera han culminado con éxito este domingo uno de los descensos más técnicos que se recuerdan en los últimos años en Murillo y Santa Eulalia, debido al bajo caudal del río, aunque solventados con "temple y tesón" por los cuatro tripulantes de cada una de las dos embarcaciones de dos trampos.

Los nervios iniciales tras un minucioso estudio del trazado a tenor del escaso caudal se han ido disipando conforme los navateros han ido sorteando todos los obstáculos y rápidos previstos. Solo un trompo en una de las dos embarcaciones antes de atravesar la zona de la lavadora ha sido uno de los contratiempos que ha sido resuelto por los tripulantes casi de forma instantánea, explica el navatero de la Galliguera, Fran Fraguas.

La jornada ha estado marcada por el buen tiempo y el público ha alentado a los tripulantes durante el recorrido que han cubierto en dos horas y media sin contratiempos ni caídas al agua acompañados por Bomberos de la Diputación de Zaragoza y miembros del Club de Aguas Bravas de Murillo.