La Hoya

COLABORAN: CAJA RURAL DE ARAGÓN Y DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE HUESCA

Gustavo Ortas: "El río Gállego me ha dado la oportunidad de quedarme"

#CONTRALADESPOBLACIÓN

Gustavo disfruta del contacto con el río Gállego.
Gustavo disfruta del contacto con el río Gállego.
UR Pirineos

Todo comenzó con el camping que abrieron unos franceses en Murillo de Gállego a principios de los 90, un germen que sirvió para que llegaran empresas de aguas bravas vascas y navarras. Gustavo Ortas era un estudiante de Biscarrués que había marchado a Lérida a estudiar Inef (ahora, Ciencias de la Actividad Física y del Deporte). “En estos núcleos la alternativa era estudiar para irte a otro lado, opositar...”, apunta, como opción para quienes no eran los primogénitos que podían continuar en sus casas con agricultura y ganadería. Pero Gustavo probó el agua del río y el curso de su vida cambió.

“Salió una formación a finales de los 90 de un Proyecto Leader para guiar barcas. Y me enganchó el turismo de aventura. Terminé mis estudios en Lérida, y de cabeza”, recuerda. Por ello, “el río Gállego me ha dado la oportunidad de quedarme en el territorio”, asegura convencido de su elección de vida como socio de UR Pirineos, empresa de aguas bravas que opera en Murillo de Gállego, y vecino de Biscarrués, donde se han criado sus tres hijos.

La gran magia que tenemos en el río Gállego es que estamos en la cara sur del Pirineo y que para lo bueno y para lo malo tenemos embalses que aseguran caudales y temperaturas muy buenas de marzo a octubre. Es espectacular”, destaca. Pero, sobre todo, porque desde el punto de vista empresarial “permite que haya estructuras más complejas, porque se puede desestacionalizar más. Eso facilita que las empresas se asienten y que año a año vayan creciendo”, indica. De hecho, asegura que si en los inicios de las aguas bravas eran empresas de fuera, ahora los responsables se asientan con sus hijos en Agüero, Morillo, Ayerbe... “y están abriendo casas”, aunque no es fácil encontrar. En el río Gállego, trabajan unas 40 o 45 personas, algunas que hace la temporada de verano en el río y la de invierno en Astún o Candanchú.

En su empresa, son cinco empleados y cada vez trabajan más en invierno con actividades como la formación. Ahora, han finalizado la primera parte los alumnos de FP de Grado Med io de Técnico Deportivo de Piragüismo, que cursan el bloque común en el CPIFP Pirámide y el específico allí. “Uno de los problemas es que no encontrábamos a gente y tenían que venir de fuera. Ahora, de verdad que toca el corazón ver que entre los alumnos hay muchos DNI que empieza por 18, que son de aquí”. Y eso asegura el turismo de aventura.