OBITUARIO
Muere a los 99 años Adoración Biesa Otal, la célebre curandera de Biscarrués
Su casa estaba siempre abierta para cualquiera que necesitara su ayuda
![Adoración Biesa Otal](https://imagenes.diariodelaltoaragon.es/files/image_990_556/uploads/imagenes/2023/12/15/whatsapp-image-2023-12-15-at-20-02-19-adoracion-biesa-otal-curandera-biscarrues.jpeg)
Adoración Biesa Otal, la popular curandera de Biscarrués ha fallecido este viernes a los 99 años de edad, dejando a esta localidad de la Hoya de Huesca huérfana de una de sus figuras más célebres. Y es que han sido muchas las personas que han recurrido a ella a lo largo de los años, tanto de dentro como de fuera de la provincia, para solucionar problemas como torceduras de tobillo o de muñeca, dolores musculares o articulaciones que no funcionaban como debían. Todo ello acompañada de su eterno bote de crema Nivea que siempre ha sido, según su nieta, Isabel Sanclemente, “el olor de la casa”.
![Adoración Biesa, en el centro de la imagen, en una imagen de la Noche de Reyes de Biscarrués de 2014.](https://imagenes.diariodelaltoaragon.es/files/image_640_auto/uploads/imagenes/2023/12/15/adoracion-biesa-en-el-centro-de-la-imagen-en-una-imagen-de-la-noche-de-reyes-de-biscarrues-de-2014.jpeg)
Como ha recordado Isabel, su abuela nació en Biel, en la provincia de Zaragoza y se trasladó a Biscarrués al contraer matrimonio. Tuvieron tres hijos, Antonio, Humildad y Josefina, madre de Isabel. “De repente un día, una vecina tuvo una torcedura y ella le dijo, ‘tranquila, yo te la miro’ y ahí empezó un poco todo”. Adoración tenía un padre y un hermano que también habían habían realizado curaciones. “Fue una mujer siempre muy sencilla, muy buena, con muchas ganas de ayudar a los demás, tenía la casa siempre abierta”, continúa Isabel.
Adoración, simplemente, prosigue su nieta, “curaba”. “Tampoco se daba ningún tipo de importancia más allá de que ayudaba a la gente, cuando venían y a la hora que viniesen”. En familia era además “muy matriarca, estábamos toda la familia muy unida a su alrededor”. Su recuerdo está unido también a la vida cotidiana del pueblo. “Cuando estábamos jugando por la calle siempre paraban los coches para preguntarnos por la casa de la curandera”, recuerda Isabel. Y si bien tiene un tío y un primo que tienen “muy buenas manos” y que ella misma estudió Fisioterapia por su abuela -aunque no ejerce- en principio, asegura, nadie tiene previsto continuar con la tradición.
El funeral tendrá lugar este sábado a las 11:30 horas en la iglesia parroquial de la localidad de la Hoya de Huesca.