La Hoya

tradiciones

Gran caudal y mucho ambiente en el XX descenso de navatas por el Gállego

El estado del río ha hecho que afloren nuevas dificultades que se han solventado gracias a la experiencia de los navateros

XX descenso de navatas por el río Gállego.
XX descenso de navatas por el río Gállego.
S. E.

Un río con abundante agua, algún pequeño contratiempo, mucho ambiente y hasta seis nuevos debutantes han sido los aspectos más destacados del XX Descenso de Navatas del Río Gállego.

La salida ha partido a las 11 de la mañana de la playa de Murillo de Gállego. El caudal, muy potente, no ha tenido nada que ver con el de 2023, cuando fue necesario desembalsar algo de agua desde el embalse de La Peña.

Pero este domingo las condiciones han hecho que afloraran nuevas dificultades. Fran Fraguas, miembro de Nabateros d’a Galliguera desde hace 11 años, ha explicado que en las curvas de 90 grados, muy habituales en el río Gállego, “el agua te empuja hacia el fondo y hace que girar sea más complicado, por lo que podemos ‘derrapar’ y chocar contra las piedras exteriores”.

Además, también hay otras piedras que normalmente quedan al descubierto y con la gran cantidad de agua dejan de verse. Se les llama “piedras lloronas”, un verdadero peligro ya que “no las ves hasta que no estás justo encima” y se deben esquivar para no “embarrancar” la navata.

Aunque la embarcación pequeña ha descendido sin ningún incidente, “con mucha pericia y muy bien”, en el caso de la grande no ha sucedido lo mismo. En uno de esos dichosos giros de 90 grados, la navata ha topado con una piedra del exterior y se le ha caído un madero.

Esta situación, poco habitual, se ha repetido en dos ocasiones y ha sido necesario solventarlo sobre la marcha. “Se le ha caído un madero y ha habido que atarlo de nuevo con los verdugos de seguridad que llevamos de emergencia”, ha detallado Fraguas. No ha pasado a mayores, ya que los navateros tienen “mucha experiencia” y han sabido sobreponerse.

Lo cierto es que algunos participantes no tenían tanta veteranía como otros. Hasta cuatro nuevos navateros han hecho su debut este domingo: Paco Piazuelo, Iñaki Bes, Gustavo Ortas y Víctor Martínez han disfrutado por primera vez de este tradicional descenso que hoy celebraba su 20 aniversario.

Igualmente han contado con dos invitados de lujo como Enrique Climente, de la Asociación de Navateros de La Val D’Echo, y Leo Part, de la Associació Maeros del Xúquer. Este último ha puesto “la nota de color” al participar con la indumentaria típica que utilizan en la Comunidad Valenciana.

Por él ha preguntado el numeroso público que ha acompañado a los habilidosos navateros durante todo el recorrido. Para favorecerles, a mitad del descenso han hecho una pausa que ha permitido que los espectadores pudieran organizarse e ir bajando.

Ello ha favorecido que mucha gente llegara a tiempo a recibirlos en Santa Eulália de Gállego. Para Fran Fraguas, tanto esta llegada como la salida han tenido un “ambientazo”.

Antes, en el puente de Murillo, ya había quedado patente la gran velocidad que coge la corriente al concentrarse por un canal estrecho de agua.

Como curiosidad, Fraguas ha comentado que el público ha sabido encontrar sitios “inverosímiles” para dar aliento a los navateros durante todo el trayecto, algo que no es habitual ya que la fisionomía del río no lo suele permitir.