La Hoya

SUCESO

Un guardia civil confirma la grave agresión sufrida por un compañero en Ayerbe

Observó como la joven acusada colocaba un botella rota en la yugular del agente

Edificio de los Juzgados de Huesca
Edificio de los Juzgados de Huesca
Rafael Gobantes

El titular del Juzgado de Instrucción nº 1 de Huesca ha tomado declaración este viernes a uno de los agentes de la Guardia Civil agredidos durante las fiestas de Carnaval de Ayerbe de 2022, quien ha confirmado que observó como la joven acusada colocaba un botella rota en la yugular de un compañero con el que estaba interviniendo para detener un incidente de orden público.

Según ha informado la asociación Independientes de la Guardia Civil, cuya acusación ejerce el letrado Jorge Piedrafita en nombre de la víctima, la acusada, E.A.M., que tenía 19 años en ese momento, se situó detrás del agente agredido y le colocó la botella en el cuello, aunque momentos después fue reducida por una agente también presente en la carpa donde tuvieron lugar los hechos.

Piedrafita ha explicado que el relato de la víctima de la agresión ha sido confirmado hoy por el agente que observó la acción de la joven contra su compañero, que también sufrió una violenta agresión por parte del novio de la acusada, un menor que ya fue condenado por un delito de lesiones por la jurisdicción del menor.

Tras ser reducida, la joven fue detenida y puesta a disposición judicial como presunta responsable de delitos de intento de homicidio, atentado y lesiones graves.

En sus primeras declaraciones, la acusada manifestó que trató de defender a su novio menor de edad de un supuesto maltrato por parte de los agentes de la Guardia Civil que se encontraban de servicio, aunque sólo uno de estos efectivos, el que ha declarado hoy en instrucción, fue objeto de un violento golpe por parte de la pareja de la joven.

Piedrafita ha destacado la importancia de la prueba testifical practicada así como de otras ya realizadas y de otras aún pendientes para solicitar la apertura de juicio oral contra la acusada por los delitos de tentativa de asesinato, atentado y lesiones graves.

Desde IGC se sigue insistiendo que hechos como éste demuestran "objetivamente" la urgente necesidad de considerar la labor que desempeñan los guardias civiles como profesión de riesgo.