La Lonja de Binéfar certifica la "muy negativa" repercusión del virus en los precios

HUESCA.- La Lonja de Binéfar ha elaborado un informe sobre el papel que desempeñó durante las semanas que duró el estado de alarma, en las que por primera vez en su historia celebró las sesiones de forma telemática. En este contexto, destaca la "gran implicación" que mostraron los distintos sectores en las mesas de precios, que hicieron lo posible por conectarse vía internet cada semana, y avanza que dada "la comodidad" que supone poder conectarse a las sesiones de la Lonja, es posible que a partir de ahora sean mixtas, es decir, de manera presencial y también telemática.

"A pesar del esfuerzo que ello supuso en el caótico inicio de la crisis sanitaria, la Lonja quiso trabajar todos los días para que no quedara ninguna mesa de precios sin cotización", se expone en el informe, que detalla la evolución durante la pandemia de los diferentes sectores cárnicos y el cerealístico.

El informe explica que la declaración por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de una situación de pandemia global provocada por el coronavirus ha repercutido de manera "muy negativa" en los precios del sector agroganadero, con bajadas bruscas en las primeras semanas de abril, sobretodo en el ovino, pero también en el vacuno.

En el vacuno, en concreto, los precios cayeron durante tres semanas seguidas para estabilizarse posteriormente. Cerró el canal Horeca (hostelería, restauración y cafeterías) pero se produjo un repunte de ventas en los hogares. Y a la vez se siguió exportando, aunque con más dificultades, animales vivos a Italia y carne a Argelia, mayoritariamente. Hacia finales de marzo y durante tres semanas consecutivas, se produjo un desplome absoluto de los precios debido a la crisis sanitaria.

En abril los productores pidieron prudencia pero a su vez los comercializadores vieron cómo desapareció por completo la venta al canal Horeca, que permanecía cerrado. Es la exportación por barco a terceros países lo que salvó al sector vacuno del hundimiento total. Se exporta durante todos los meses del año, pero durante el Ramadán (que dura un mes y comenzó el 24 de abril) salieron miles de animales desde los puertos de Cartagena y Tarragona. De hecho, la semana 17 se dio un récord de exportaciones, con más de 8.000 animales exportados desde puertos españoles. El mes de mayo vino marcado por la inseguridad y con ella la bajada de los precios de las hembras. A mitad de junio tuvo lugar la mesa de precios más tensa hasta la fecha, los precios seguían bajando y los productores se preguntaron si sus explotaciones siguen siendo rentables o ya no. "Ahora, con cierto pesimismo, los precios vuelven a bajar y la exportación no parece ser suficiente" para salvar las cotizaciones.

En cuanto al ovino, los precios se hundieron a niveles de hace diez años. Venían ya de un 2019 con precios muy bajos y con la situación de los mercados estaban bajando aún más. Sin embargo, han llegado al verano recuperándose gracias a la exportación.

El mercado de los cereales, aunque estático al inicio de la crisis sanitaria, ha vivido una altísima volatilidad en los precios, con cotizaciones marcadas por la incertidumbre y la preocupación.

Por su parte, el sector porcino, aun con fuertes bajadas en los precios del cebado, ha soportado mejor esta crisis, quizá porque tiene un margen más amplio.

Y el de la alfalfa no se ha visto afectado en exceso por las consecuencias de la crisis sanitaria, más allá de la caída de los flujos de mercancías.

Por último, la Lonja no duda en señalar que es "una herramienta imprescindible que contribuye a la formación de los precios y a que éstos respondan más y mejor a los costes reales, remunerando de forma más justa el trabajo de los agricultores y ganaderos".